Una vez pasadas las elecciones, se anuncia una nueva remesa de prejubilados o de eso que llaman ERE, que ampliarán el número de españolitos que ya están en esta situación. A ellos hay que sumar los parados y los ya jubilados definitivamente. En estas circunstancias se resiente el consumo el cual se produce con solo salir de casa y desplazarse a algún lado, aunque solo sea para jugar a la petanca. En especial en las grandes ciudades. Por ello el hogar familiar se convierte en una especie de refugio en el cual la tele e internet resultan ser los principales atractivos.
Los americanos, que cuando quieren son muy listos, se dieron cuenta de esta potencial audiencia, la cual solo pretende distraerse para olvidar su presente e incluso algún traumático y reciente pasado. Para satisfacer esta demanda se dedicaron a producir un montón de series de televisión bajo un mismo patrón.
Son series policíacas con especial atención al terrorismo (ahora muchísimo más de moda debido a lo de Bin Laden), las drogas, los asesinos en serie u otros temas. Sus protagonistas no son héroes solitarios a la antigua. Son grupos de cinco o seis especialistas que parece ser forman el equipo ideal. Estos equipos se denominan por las iniciales de distintas organizaciones. El más popular es uno llamado CSI. Actúan en Nueva York pero en vista del éxito abrieron hace tiempo, sucursales en Las Vegas y en Miami. Recientemente se han asociado con otra en Los Ángeles. Es posible que veamos un CSI Madrid o Cádiz. Como este ejemplo existen ya muchísimos. Hasta la marina americana tiene ya su grupo, que se ha hecho muy popular en estos días.
El equipo básico, sea cual sea la serie, lo constituye una persona madura, seria y que esconde alguna tragedia personal, de ahí que mantenga cierto aspecto avinagrado. También hay un joven agraciado caucasiano, un afroamericano generalmente musculoso y una o dos muchachas de muy buen ver, que si lo desean, no solo son capaces de pegarte una patada en los cataplines sino que incluso una vez que estos queden necrosados, les pueden hacer una autopsia.
Todos ellos tienen un soporte informático a cargo de distintas señoritas milagrosas que resuelven todo, pese a que generalmente tienen cierto aspecto extravagante, que diría el señor Aznar referido al señor Gadafi. Dentro de este staff, también existe lógicamente un equipo de psicología como manda el nuevo siglo. Este por lo general está a cargo de jóvenes con aspecto de becarios y por ello no se les hace mucho caso, aunque crean buen “rollo”.
Así que: españolito prejubilado que vienes al mundo del ocio te guarde Dios. Estas series no han de helarte el corazón más de lo que ya lo tienes. Como mucho pueden aburrirlo, pero insisto: hay muchas, son casi iguales, pero siempre muy dinámicas. No importa que te equivoques de canal, siglas o equipos. Son todos muy eficaces.
De cualquier forma, se recomienda hacer regularmente una tanda de abdominales después de tanto sillón. Que también es gratis.
Paco Fochs