¿Conclusión? Pues la de final de curso. Sí, una vez concluido el debate sobre el estado de la Nación, lo que queda flotando en el ambiente es que la legislatura no da más de si y que es cuestión de tiempo que el presidente se decida a poner fecha a la celebración de elecciones generales. Incluso en filas socialistas las opiniones van en esta dirección.
El presidente Zapatero, dicen, si ha aguantado hasta ahora ha sido por sentido de la responsabilidad, para intentar dejar a nuestro país en la pista de salida para superar la crisis, de ahí su empeño de aguantar. Pero, a continuación, los mismos que dan esta explicación añaden que es difícil estirar más la legislatura.
Ya digo que la opinión es casi unánime si nos atenemos a las conversaciones de sus señorías en estos días de debate. Como lo es en fijar para noviembre esa cita electoral.
En mi opinión, el presidente Zapatero ha hecho un esfuerzo por mantener el tipo en este su último debate sobre el estado de la Nación, y de sus intervenciones se deduce que lo que más le preocupa y le obsesiona es el estado de nuestra economía. Ese ha sido su Waterloo. Seguramente, en este debate es la ocasión en que Zapatero se ha mostrado más realista, sin desprenderse de ese aroma de optimismo voluntarioso del que hacía gala irritando a propios y extraños. Es como si el presidente ¡por fin! se hubiera dado cuenta de que los ciudadanos no necesitan frases optimistas sino la verdad dura y cruda. Por eso, a mi entender, ya sé que les va a sorprender, pienso que el discurso del presidente exponiendo el estado de la Nación, ha sido de los mejores que ha pronunciado en la Cámara.
Sí, dirán ustedes que hay temas por los que ha pasado por alto y que hay problemas que prácticamente ha esquivado, pero es que ahora mismo, con cinco millones de parados, no hay otro asunto más principal.
En cuanto a Mariano Rajoy, aunque intenta contener a los suyos, se les nota demasiado que dan por ganadas las próximas elecciones generales. Quizá esa convicción deberían de atemperarla porque puede terminar resultando irritante.
En fin, lo dicho, una vez superado el debate sobre el estado de la Nación los ciudadanos quedamos a la expectativa de saber qué día nos convocan a las urnas.
Julia Navarro