Hoy se vuelve a hablar en Europa del Plan Marshall pero en esta ocasión es para Grecia exclusivamente y no por causa de una guerra, sino por una tragedia económica. Ya nosotros en nuestra columna del 23 de junio pasado esbozábamos algo parecido a lo que parece que ha esbozado el Eurogrupo como solución al problema griego bajo el título de “Un nuevo Plan Marshall”.
Para entrar en materia tenemos que recordar que la Sra. Merkel nos dijo que de la reunión del Eurogrupo, celebrada ayer, no esperásemos soluciones espectaculares en relación al problema del endeudamiento heleno, porque lo cierto es que por una vez y sin que sirva de precedente, parece que han tratado de coger el toro por los cuernos.
En la reunión, se han planteado que el E.F.S.F. (Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) pueda dar créditos a los socios del Euro no rescatados, cuya deuda esté siendo atacada por los especuladores y también que este fondo pueda recapitalizar instituciones financieras en esos países.
También plantearon el objetivo de hacer participar en el rescate griego a los agentes privados (bancos y aseguradoras) por medio de tres opciones: el canje, la renovación o la recompra de los bonos griegos en circulación.
Y con respecto a Grecia, plantearon una prórroga de los plazos de devolución de 7 a 15 años y una rebaja sustancial de los tipos de interés de los préstamos, al mismo tiempo que se habla de un “Plan Marshall” para dinamizar su economía y buscar la senda del crecimiento.
Si estos planteamientos van adelante, para Grecia supondrán una minoración del importe total de su deuda y de los tipos de interés de los préstamos que soporta y un alargamiento de los plazos de pago. Si a todo esto le unimos un plan para hacer crecer su economía, los griegos tendrían motivos para pensar que hay luz al final del túnel.
Para los países amenazados por la presión de los tipos de interés en su deuda soberana, como Italia y España, el cambio en el funcionamiento del E.F.S.F. supondrá poner un muro de seguridad contra la especulación de los mercados. Se tratará de actuar de manera preventiva, antes de llegar a una situación insostenible que lleva aparejada la intervención del país.
Y para todos los europeos supondrá que todavía queda un poco de esperanza para este viejo continente y para su futuro, porque no hacer nada, suponía la desaparición del Euro y prácticamente de la Unión Europea. Creo que tenemos motivos para estar optimistas y para pensar que eso que se dice con respecto Estados Unidos, de que es el país que siempre hace lo correcto después de haber probado todo lo demás, empieza a ser también aplicable a nosotros.
La única nota fuera de tono la ha puesto la reunión previa de Sarkozy y Merkel, el miércoles pasado. Creo que esa reunión deja demasiado claro quién toma las decisiones en Europa y el peso que tenemos el resto. Como diría José Luis Coll, por fin los alemanes y los franceses se creen los dueños de Europa, bastante trabajo nos ha costado demostrárselo.
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José Luis Martín Miralles