No me gusta José Bono. Siempre quiere ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro y esas ansias de protagonismo no las soporto. Como no me gusta su populismo. Me recuerda a los políticos del primer tercio del Siglo XX. Pero, a veces, dice cosas sensatas. Suele pasar. Cuando se dicen muchas tonterías, alguna vez se acierta. Y creo que ahora ha acertado y por eso lo destaco. José Bono acaba de hacer una propuesta muy sensata. Dice que los dos grandes partidos «están obligados a entenderse» si se quiere salir de la crisis porque, el que gane, tiene que tener la seguridad de que el otro, en las medidas que tome, «no le va a criticar ni va a inflamar las calles en contra». En definitiva, pide un pacto PP-PSOE para que el perdedor del 20-N no se dedique a destruir.
Cuando dice que no inflame la calle, supongo que se referirá al PSOE. Porque es la izquierda quien inflama siempre la calle. La derecha no sale de su casa. De hecho, los sindicatos ya han anunciado lío si gana el PP y no hace lo que ellos quieren. Siempre ha sido así. El PP, en cambio, no sale nunca a la calle. Escasamente, ha apoyado a las víctimas del terrorismo en alguna manifestación contra la negociación política del Gobierno con ETA. La derecha lo que ha hecho en estos siete años de desgobierno ha sido ocupar la red. Como no sale a la calle, desde casa se dedica a dominar internet. Supongo, también, que Bono se referiría a eso cuando habla de criticar.
En cualquier caso, es una propuesta sensata. Claro que me dicen que este mensaje tan conciliador es su primera propuesta en su aspiración a ser Defensor del Pueblo. Nunca da puntada sin hilo.
Pinocchio