Es un auténtico espectáculo el que estamos contemplando. Ya sólo faltaba la clara apuesta por el copago sanitario por parte del Gobierno del PP para terminar de convencernos de que tienen la tendencia irresistible a hacer todo lo que habían asegurado que no harían. Y que no me vengan con el cuento de que cuando las circunstancias cambian no hay más remedio que cambiar las recetas, nunca mejor dicho. Ese cuento se lo reprochaban al anterior Gobierno y recuerden de qué manera. Vaya lío que están organizando. Ahora dicen que el copago será en función de la renta de cada uno. Pero cómo se hará eso, Dios mío, cuando estamos hablando de situaciones de imposible evaluación en cada pequeño caso concreto, como es el de una receta médica indeterminada en la cuantía, en la frecuencia o en la necesidad. Es muy probable que caigan en el error de gastar más en esos infinitos controles que lo que pueda suponer el ahorro. Más sencillo sería resucitar el impuesto de patrimonio, o sacar el que grave las grandes fortunas, o el que grave las transacciones financieras por ejemplo.
No aclaran gran cosa de modo definitivo, sobre todo aquello que pudiera perjudicarles en sus expectativas electorales en Andalucía y Asturias, como si incrementar su ya terrorífico poder fuese lo más importante del mundo. Pero una cosa sí la hacen bien: han conseguido poner al país en ebullición permanente, con inventos y decisiones constantes, creando la impresión de que este es un Gobierno que no para de hacer cosas, que no descansa un momento. Aunque sea incurriendo en contradicciones constantes o en bromas pesadas como aquella de primero afirmar que Bruselas no les tose y unos días después sucumbir a los dictados de Bruselas, con el tema de las décimas del déficit y otros. Un lío espantoso pero sin un minuto de respiro. Es un nuevo modo de gobernar, sin duda, para lo que estábamos acostumbrados. La ebullición permanente dentro del sinsentido constante. A lo mejor aciertan en algo incluso importante, es muy posible, y todos deberíamos congratularnos entonces. Suerte para todos.
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.
Pedro Calvo Hernando