Los mercados atacan de nuevo. Desde distintos frentes se ha puesto otra vez a España en el punto de mira. Una vez más se habla hasta de posible rescate. Lógicamente, la prima de riesgo se disparó estos días y aunque no llegó la sangre al río ya que se consiguió colocar bastante bien la deuda emitida, no cabe duda de que las bolsas y la imagen de nuestro país sufrieron. El jefe de Citi, de hecho, llegó a decir que España está más cerca que nunca del impago. Otros aseguran que Rajoy ha perdido ya la confianza de los mercados. En este ambiente, el Ibex cerró la peor tercera semana del año con una caída cercana al 3%. De nuevo, los bancos fueron de los valores más castigados.
La buena noticia es que cada vez son más los que aseguran que lo peor de la crisis del euro ha pasado, aunque contraste mal con otros mensajes. El gobierno de Rajoy es verdad que no para de presentar iniciativas. La mayoría de consumo interno y para cambiar la imagen de los políticos muy diezmada por los casos de corrupción y de despilfarro del dinero público. La ley de Transparencia aprobada el viernes va en ese sentido. Habrá penas de hasta 10 años de inhabilitación para los que derrochen y gasten sin presupuesto.
Ahora ya sólo faltan los presupuestos, la madre del cordero, que fijará las prioridades en materia de gasto y sobre todo de dónde van a salir los ingresos necesarios para cubrir los presupuestos en gasto sanitario y educativo. Días apasionantes que arrancaran con el resultado de dos elecciones, muy especialmente en Andalucía. También, en nuestro país habrá el jueves, 29, una huelga general que de fracasar pondrá a los líderes de los sindicatos mayoritarios en una tesitura muy complicada que debería desembocar en su reorganización y más que nada en una reflexión sobre su papel en la España moderna, pero con 5,3 millones de parados.
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Carmen Tomás