En una de las noches más deslumbrantes de Cristiano Ronaldo desde que viste de blanco, el Real Madrid retomó el control de la liga y sigue manteniendo al Barcelona a cuatro puntos a falta de seis jornadas para finalizar el campeonato liguero.
El Madrid no hizo un gran partido, superado por un buen Atlético en muchos momentos del encuentro, sobre todo en la primera parte, pero tuvieron la mala suerte de encontrarse con la inspiración de todo un número uno, un pedazo de jugador llamado Cristiano Ronaldo. Marcó tres goles y dio el cuarto, demostrando que por muy bueno que sea Messi, que lo es, el portugués no se arrodilla ante nadie.
Impresionante el partido que se marcó CR7 en el Vicente Calderón. Sus detractores -que deben estar ciegos por no ver sus dotes de número uno- no podrán decir aquello tan manido de que se borra en las grandes ocasiones. El partido contra el Atlético de Madrid exigía lo mejor del Madrid y de su gran estrella, Cristiano Ronaldo que brilló con luz propia. Su actuación fue sencillamente espectacular. Hay que destacarlo con mayúsculas, es de justicia hacerlo porque al portugués se le niega el pan y la sal. Siempre se le deja en un segundo plano cuando se le compara con Messi. Y por supuesto, que no solo aguanta la comparación con el jugador del Barcelona, sino que en muchos casos hasta lo supera. Lo que ocurre es que con Messi hay devoción en la afición española y con Cristiano rechazo. No puedo entender las razones, porque si majestuoso y grande es Messi, Cristiano también. Le gana ,si cabe, en espectacularidad. Además es tan gran jugador como el argentino.
La afición en general del fútbol, no la madridista, es injusta con él. Le tratan mal, le insultan y no tiene el reconocimiento que se merece. Menos mal, que parece que ha entendido que lejos del amor-odio que pueda suscitar en la afición española, está su equipo, sus compañeros y su propia felicidad. Y Cristiano en esta temporada y en la mitad de la pasada, comenzó a olvidarse de la reacción de los seguidores y a centrase exclusivamente en el fútbol. Los números le dieron la razón. En la liga 2010-11 fue el máximo goleador del campeonato con 40 tantos y en esta ya suma los mismos goles pero con la diferencia que aun restan seis jornadas.
Si a Messi se le bendijo por el partidazo que se marcó contra el Getafe, que más que jugar salió a mirar lo bonito que jugaba el Barcelona, habrá que decir lo mismo, o más, de Cristiano Ronaldo quién más exigido que Messi –le dan más caña- se exhibió ante un equipo tan rocoso y duro como el Atlético de Madrid.
Cristiano respondió en uno de esos partidos claves que marcan un campeonato y le devuelven al trono donde acompaña a Messi. Tan grandes es uno como otro. Tanto monta Messi como Cristiano. De momento le aventaja en la clasificación de la liga y en la tabla de goleadores (40 por 39).
El jugador portugués rescató al Madrid cuando peor pintaban las cosas, le aupó con el sensacional 1-2 y marcó el camino de la goleada. Ese jugador que decían que se escondía en las grandes ocasiones, resulta que apareció ante una situación límite, en un campo de primera fila y ante un rival difícil. En noches como las del Calderón es donde deben aparecer los elegidos; y Cristiano Ronaldo es uno de ellos.
Además de Cristiano, que ha estado por encima de todos, hay que destacar el buen partido de Coentrao y del alemán Khedira. Sin embargo, Kaká y Benzema estuvieron desaparecidos en combate.
La ansiedad de la que estaba preso el Real Madrid después de su tropiezo frente al Valencia, digo yo que habrá desaparecido después del 1-4 al Atlético de Madrid, equipo que me gustó sobre todo en la primera parte. Creo, sinceramente, que el resultado final es excesivo castigo para los rojiblancos.
Pese a ese estado de ansiedad con la que el Madrid llegó al Calderón que se notó en el juego de la primera parte-poco fluido-, en la segunda parte Cristiano dio un paso al frente se echo al equipo a la espalda y acabó de un plumazo con ese sentimiento.
El Real Madrid ha salido del Calderón con la autoestima por las nubes, al conseguir un resultado aplastante que alejará el fantasma de la crisis que desde Barcelona se apuntaba y por mantener esa buena ventaja de cuatro puntos cuando quedan tan solo seis jornadas para finalizar la liga.
En los círculos culés se daba por sentado que el Madrid tropezaría ante el Atlético de Madrid. Los jugadores azulgranas eran optimistas y su presidente, Sandro Rosell más aun. Muchos estaban haciendo la cuenta de la lechera: “El Madrid empatará o perderá en el Calderón, y luego cuando vengan al Camp Nou les ganamos y la liga la tenemos en el bolsillo”. De momento están a cuatro puntos, y si pierde en el Camp Nou, que está por ver, el Madrid seguiría siendo líder, por un punto. Además como ha dicho Guardiola, la liga está casi imposible para el Barcelona. Por cierto cuando va a decir que renueva. Mira que si al final se lía la manta y se va. Si este mismo suspense lo estuviese protagonizando ese demonizado Mourinho, se le estaría crucificando. Unos tienen la fama y otros cardan la lana.
Ante las dudas que el Real Madrid había levantado por dejarse seis puntos en el último tramo liguero, el equipo respondió con contundencia en la hora de la verdad.
La liga, el Real Madrid la tiene un poco más cerca gracias a Cristiano Ronaldo, sin duda el mejor jugador de este campeonato.
Alfonso Celemín-Estrella Digital
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