La frivolidad y la falta de profesionalidad de Nacho Villa está sorprendiendo a propios y extraños en Castilla-La Mancha. El director de la Televisión Autonómica, que aterrizó en Toledo de la mano de Cospedal, se gastó una millonada de fondos públicos en contratar periodistas afines, muchos de ellos sin experiendia, y depurar a los directivos de García Candau. Algunos se lo merecían como un director de informativos que no informaba, un director de comunicación que no comunicaba y un director de publicidad que no llevaba anuncios.
Remató la faena prescindiendo de profesionales de CMT con amplísima experiencia e independencia probada. Algunos fueron engañados, pues a los pocos meses de confirmarlos poniendo en valor esa experiencia e indendencia, los puso en la calle sin explicación y desdiciéndose de las buenas intenciones que había pregonado a su llegada. Nombró directora de informativos a una redactora de CMT sin experiencia ni currículum. Bueno, en realidad es la hija del alcalde del PP de un pueblo de Toledo. Y eso tiene mucho valor en esta profesión. El caso es que dejó que formara su equipo y –de la noche a la mañana- los cesó a todos con la propia Patricia Morales a la cabeza. No la amparó ni su padre. ¡Los mantuvo en sus puestos cinco meses!
Se llevó entonces de Madrid, para ocupar el cargo, a su compadre político y confesional Nacho Medina. De subdirectora ha colocado a su amiga del alma Ana Pérez, antigua corresponsal de la COPE en el Lejano Oriente, cuando Villa era el director de informativos de la Cadena. En la radio de los obispos se hacían cruces, como no podía ser de otro modo, por el interés de Villa por Pérez y su perseverancia por mantenerla a toda cosa como corresponsal. Decían por la calle Montalbán que no valía mucho la chica, pero era amiga del jefe. Y además, ¿para qué quería la COPE una corresponsal tan lejos se preguntaban en los despachos? Tanto es así que, cuando él se fue de la COPE rumbo a Toledo, aprovecharon su ausencia y despidieron de inmediato a Ana Pérez. ¿Algún problema? Ninguno. Villa la recolocó de inmediato en CMT, ¡manteniéndola en Hong Kong de corresponsal!, costeada a cargo de los presupuestos de la televisión. Dígame usted para qué carajo quería Castilla-La Mancha Televisión una corresponsal en Hong Kong. Pues eso. Ahora ya la tiene en Toledo. Ni Nacho Medina ni Ana Pérez tienen, ni han tenido, relación con la región ni con sus medios de comunicación.
No se conoce ninguna televisión autonómica donde se haya tomado una decisión semejante. El último desafuero de Villa acaba de producirse: se ha cargado al director de antena Jorge Pérez, ¡seis meses después de ficharle a bombo y platillo!
Quien tiene amigos tiene un tesoro. O una nómina en Castilla-La Mancha, esa región «arruinada» por Barreda.
Seguiremos informando.
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