Los políticos se relamen ante la posibilidad de devorar de un solo bocado a TVE. Cuando escribo «los políticos» me refiero a todos sin excepción, porque no conozco ni a uno solo, tenga el carne que tenga, que no piense que si gobierna tiene derecho a mangonear en la tele pública. Y lo mismo sucede en las teles autonómicas.
De manera que resulta pintoresco que desde el PSOE se echen las manos a la cabeza al tiempo que anuncian que el PP se quiere hacer con el control de RTVE. Sí, es evidente que eso es lo que quieren, lo mismo que en el pasado es lo que quisieron e hicieron los socialistas.
Naturalmente, en RTVE ha habido etapas mejores que otras, etapas donde se han guardado las formas, pero a pesar de eso si alguien se salía demasiado del guión ¡ay! entonces amablemente se le desplazaba. No daré nombres, pero se me ocurren el de unos cuantos compañeros. Algún caso lo he vivido muy de cerca, incluso en la supuesta etapa beatifica del expresidente Zapatero. En esa etapa zapateril un colega se jugó el puesto por cuestionar el proceso de paz con ETA, por no buscar más ejemplos. De manera que no hay partido que esté en condiciones de dar lecciones de haber respetado el Estatuto de RTVE del principio al fin, sino que todos han creído que puesto que habían ganado las elecciones la tele era suya. Bueno, en realidad a los políticos lo que de verdad les importa son los informativos, es decir, los espacios donde salen ellos. El resto les importa un pimiento. De manera que controlan al segundo si les sacan mucho o poco, si antes o después que al adversario, si el plano les favorece o les han pillado rascándose la nariz, etc, etc, etc.
Del resto de los programas pasan, de ahí que nunca hayan mostrado una preocupación especial por esas series violentas y sexistas en horario infantil.
Durante la etapa Oliart RTVE mejoró, pero una vez que Oliart presentó la dimisión la cosa ha ido por otros derroteros, de ahí el enfado morrocotudo de los populares que se sienten maltratados, en ocasiones, no siempre con razón.
Sinceramente yo no tengo pocas esperanzas de que RTVE en manos del PP vaya a ser mejor de lo que lo ha sido en manos del PSOE. La experiencia es un grado, y la experiencia me dice que el PP en cuanto tiene en sus manos una tele la pone al servicio de sus ideas. Lo mismo que el PSOE, o que CiU o lo que hacía el PNV cuando gobernaba Euskadi, y no digamos el tripartito en Cataluña.
Claro que siempre digo que si esto sucede es porque los compañeros de los medios públicos no dan un paso al frente defendiendo lo que precisamente debe de ser la esencia de un medio público: la independencia y la libertad. Nos pasamos la vida envidiando a la BBC por su independencia, pero no se sabe por qué no terminamos de llevar hasta las últimas consecuencias el propio Estatuto de los medios públicos, que son eso, un servicio público.
En fin, RTVE es un bocado exquisito para los políticos y de nuevo le ha llegado el turno al PP.
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Julia Navarro