A lo grande, es como ha ganado el Real Madrid su liga número 32. No admite discusión, ha sido el mejor, el más regular en los nueve meses de competición donde ha tenido que soportar una enorme presión, críticas injustificadas de algunos medios de comunicación que cargaban las tintas contra el equipo por obra y gracia de tener a Mourinho como entrenador.
La liga la ha ganado el mejor y el que más méritos ha hecho. Segundo queda el Barcelona que ha realizado un campeonato fabuloso, pero se ha encontrado con un Real Madrid supremo. La rivalidad Barça-Madrid en estado puro.
Al final se impuso la lógica del que ha sido el mejor durante todo el campeonato. Ha superado al mejor Barcelona de la historia, y no solo le ha superado en juego sino también en todos los demás aspectos; táctico, psicológico y mental. El demonizado Mourinho pudo con el angelical Guardiola. A Mou Florentino Pérez lo ficho para acabar con la hegemonía del Barcelona; y lo está consiguiendo. De momento ya ha hecho que Guardiola tome las de Villadiego, que diga adiós. Se va porque adivina la caída del imperio azulgrana, y para cuando eso ocurra no quiere estar dentro. Por mucho que venda la burra, lo de Guardiola es una huida. Mourinho ha tendido el gran mérito de acabar con la dictadura de los tres últimos años del Barça; de sacarle siete puntos a un conjunto azulgrana irrepetible y de forzar la salida de Guardiola, que se va porque ha visto las orejas al lobo aunque intente decir otra cosa.
El Real Madrid además de ser campeón, va a dejar números irrepetibles e históricos. Batido el récord de los 107 goles de la Quinta del Buitre, alcanza ya los 115 y se ha marcado el objetivo de llegar hasta los 120 en las dos jornadas que restan para finalizar el campeonato. Por si fuera poco, en la clasificación suma 94 puntos con serias posibilidades de llegar a los 100, que sería lo nunca visto.
Y esto lo ha logrado este Madrid entrenado por el miserable y “asqueroso” Mou, si ese entrenador que algunos indocumentados calificaban como un técnico muy defensivo que iba a dar poco espectáculo y que por lo tanto era indigno de dirigir a un equipo como el Madrid. Se equivocaron; si ya la temporada pasada los blancos consiguieron más goles que los azulgranas. En esta, lo ha superado con creces en goles, juego y puntos, practicando un fútbol vertiginoso e intenso.
Los blancos han sido justos vencedores de una liga reñida y competida por los dos grandes del fútbol. Es el campeón con todo merecimiento y lo ha demostrado en la Catedral, San Mamés, en uno de tantos campos de primera donde dejó huella. Anteriormente ya había ganado en el Camp Nou, Mestalla, Calderón, Sánchez Pizjuán, Reyno de Navarra, etc…
En San Mamés, el Real Madrid salió con la determinación de cerrar la liga. A los 20 minutos ya ganaba por 0-2 y hasta Cristiano Ronaldo había fallado un penalti. El Athletic, no sabía por donde coger a los madridistas que eran dueños y señores de la situación ante un público hostil. Me ha defraudado la afición del Athletic, otrora tan deportiva. Se pasaron en sus gritos e insultos no solo a los que nos sentimos españoles, porque lo somos, sino hacia los jugadores y especialmente contra Cristiano Ronaldo, que al final, y tampoco estuvo bien, perdió los nervios y contestó con gestos a los aficionados vascos y también a Javi Martinez, quien después de ser expulsado salió a recriminarle a Cristiano Ronaldo su acción, con algún que otro insulto.
Y digo que me defraudó la afición del Athletic, porque saben degustar el buen fútbol y no supieron reconocer los méritos de un Real Madrid que jugó un gran partido. Superó en todo momento a un buen Athletic a base de un fútbol enérgico e intenso, lleno de nervio y hasta de alma. Ganaban por 0-3 y seguían presionando. El Real Madrid hizo el fútbol que gusta en Bilbao. Por este motivo no entiendo tanta hostilidad con un equipo que ha sido el que más claramente y con más superioridad ha ganado esta temporada a en San Mamés. Lo de la Copa del Rey, sabe el Athletic y su afición que no fue por ellos… Luego después, cuando terminó el encuentro si supieron respetar la alegría del campeón que lo celebró en el césped de la Catedral. Era lo menos que se podía esperar de una afición que ha sido siempre ejemplar.
En el mejor escenario posible, el Real Madrid firmó un gran partido que sirvió para confirmar la conquista de una liga que por muchos motivos va a estar en el recuerdo durante muchos años. Los números así lo dicen. Fue el colofón perfecto.
Por cierto, vieron el abrazo final de los jugadores con Mourinho, como lo mantearon y fue abrazando a cada uno de los integrantes de la plantilla. Vieron el abrazo especial que le dio a Higuaín quién abrió el marcador y el camino del triunfo. Todo esto lo digo por aquellos que intentan levantar infamias del mal ambiente que hay en el vestuario entre el entrenador y los jugadores. La convivencia en la cocina madridista goza de muy buena salud aunque algunos pretendan vender lo contrario.
Curiosamente algunos al final, se han delatado. Guardiola felicitó la previsible consecución del título por parte del Real Madrid, aunque sugirió que habían «pasado cosas» en relación con dicho triunfo. «La Liga es muy larga, ahí están las imágenes, hemos estado a 13 puntos y no hay tanta diferencia. El Madrid es justo campeón de Liga pero este año han pasado muchísimas cosas que se han escondido detrás de nuestro silencio, pero han pasado».
Al final, el auténtico Guardiola ha salido a flote. Hasta ahora solo le conocíamos en la victoria donde era un ejemplo de deportividad y elegancia. Ahora que llega la derrota, aparece su auténtica personalidad, la del hipócrita que ha estado engañando al personal.
Su egocentrismo no le permite asimilar que otro equipo haya osado arrebatarle el poder a su Barcelona; y mucho menos que ese equipo haya sido el Real Madrid.
Las palabras de Guardiola diciendo sin decir (como siempre) insinuando con una falsa sonrisa, amagando sin querer dar nos recuerdan al peor Mourinho que él tanto ha criticado. Pero hay una gran diferencia, Mourinho siempre se ha mostrado como es, no ha engañado a nadie; mientras que Guardiola nos decía una cosa pero pensaba lo contrario de lo que decía. A eso se le llama falsedad.
Salir ahora con sospechas infundadas y de conspiraciones silenciosas habla poco a favor de Guardiola, que en el fondo se va como un resentido. El Guardiola de verdad ha salido a relucir en el último tramo de su mandato en el Barcelona. Al final lo ha estropeado todo, y de alguna forma nos da la razón de los que decíamos que tenía doble personalidad.
Si estos tres años últimos el Barcelona ha sido el mejor y ganó el titulo liguero con todo merecimiento. Habrá que decir que en esta temporada 20110-12 el Real Madrid ha sido el mejor y por eso es el justo campeón. Esta liga la ha ganado todo un campeón, un gran campeón, el Real Madrid que el jueves a las 19 horas celebrará el titulo con su afición, en La Cibeles.
Alfonso Celemín – Estrella Digital
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