¿De verdad, hacía falta que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi nos diese ayer hasta en el cielo de la boca? Porque lo suyo fue para nota. El tipo se creció, le cogió gusto y nos sacudió más que a una estera a cuenta de Bankia. Este italiano que tiene más cara que espalda y que se dedica a proteger a Italia de una manera burda, no exigiéndole nada pese a que Monti aún no ha hecho nada, se permitió el lujo de sacudir a España en público como si fuese su puching ball. ¿Se está perdiendo en Europa el lenguaje diplomático o se trataba, simplemente, de llevar a cabo viejas vendettas? Claro que también pudiera ser que eso es lo único que la Merkel le deja hacer y se aprovechó.
¿De verdad, hacía falta también que el propio Banco de España hiciese público que la salida neta de capitales del país ha sido de casi 100.000 millones de euros en los tres primeros meses del año como consecuencia de la huida de inversiones en cartera, préstamos y depósitos?
¿Había necesidad de publicarlo en éste momento o han sido ganas de dar por saco?
Estoy con lo segundo. Lo demás no tiene sentido. Creo que ha sido uno de los últimos regalitos del Gobernador MAFO a Rajoy a cambio del mes de vacaciones que le ha regalado. Y eso que el tío va por ahí diciendo que es amigo…
Y hablando de amigos… Parece que nadie se acuerda ya que Zapatero, al jubilarse, se llevó con él la llave de las subvenciones. Y sin ella, como dicen en mi pueblo, se acabó el carbón. Aunque, esta vez, de verdad.
Era cuestión de tiempo. La minería del carbón en España es una ruina y se mantenía viva porque a Zapatero le ‘ponía’ aquello de la leyenda revolucionaria y el abuelo picador en el Pozo Maria Luisa.
El carbón es más caro extraerlo en España que comprarlo fuera Y esa es la realidad. Lo demás, es ficción y canciones antiguas…
Una cosa más. Me cuesta creer a Carlos Dívar. Pongo todo el interés del mundo pero me cuesta, me cuesta… Y no digo, ante eso, que haya llegado la hora de su dimisión, pero podía hacerlo, perfectamente, a mediados de agosto mientras se abanica en Marbella…
Y no es, don Carlos, por el fuero, es por el huevo… Es porque el presidente del CGPJ no sólo tiene que ser honrado sino parecerlo…
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La sonrisa de la avispa