Carmen Chacón se había mantenido en un discretísimo segundo plano después de haber perdido el pulso con Rubalcaba para hacerse con la secretaria general del PSOE, pero ahora parece decida a volver a ocupar su propio espacio en el escenario de la política.
Por lo pronto, Chacón le ha cambiado el paso a Rubalcaba obligándole a pedir una comisión de investigación sobre Bankia. El secretario general del PSOE parecía conformarse con la comparecencia de los responsables de Bankia en el Congreso, pero Chacón, haciéndose eco del sentir de la calle, defendió ante sus compañeros la necesidad de dar un paso más. Como pueden imaginar, la «reaparición» de Chacón inquieta en el entorno del nuevo líder socialista. Hay quienes creen ver en esta reaparición el deseo de la exministra en ir tomando posiciones para cuando llegue el momento de las próximas elecciones generales dar un paso al frente pidiendo la celebración de primarias.
Lo cierto es que Carmen Chacón es demasiado joven y tiene demasiada vocación política para resignarse a vivir como una jubilada en el Parlamento quedándose en un segundo plano. Amén, claro, de que es una de las políticas con más experiencia y preparación con que cuenta el PSOE.
Lo interesante de su reaparición es que a poco que se lo proponga se puede convertir en «otra» referencia, distinta a la de Rubalcaba, dentro del PSOE. No es que Rubalcaba se lo vaya a poner fácil, ni mucho menos, pero Chacón tiene el suficiente temple y frialdad para ir haciéndose un hueco, y convertirse en una alternativa de futuro. Eso sí, tendrá que medir todos y cada uno de sus pasos para no cometer errores y no dejar ningún flanco al descubierto por el que la puedan lancear sus enemigos.
Dentro del PSOE Carmen Chacón cuenta con quienes piensan que ella es la mejor carta de este partido para el futuro, pero también hay quienes creen que sería «otra versión» del zapaterismo, y eso hace temblar a buena parte de la familia socialista. Chacón se ha hecho sentir, de manera que atentos.
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Julia Navarro