Finalmente, Mohamed Morsi, el candidato de los Hermanos Musulmanes ha resultado ser el vencedor de las elecciones presidenciales egipcias, frente al candidato de los militares, Ahmed Shafiq. Con esta elección se culmina el camino hacia las libertades que se abrió en la plaza Tahrir hace dieciséis meses, y se inicia un transito civil y religioso hacia la constitución de un nuevo estado que trascienda de aquel otro que hoy ha decaído definitivamente.
Ese trayecto democrático se realizará, tal y como prometió el candidato de los Hermanos Musulmanes, con un gobierno civil de unidad nacional, y las cortapisas a un nuevo poder absoluto presidencial, hoy denunciadas por los islamistas, podrán ser el complemento directo de un proceso político con garantías de no derivar ni en el presidencialismo radical de un islamista ni en el retorno a la dictadura por la vía de la sustitución frente a la de la transformación.
Dicho esto, corresponderá a la comunidad internacional interpretar un papel relevante en el transito democrático, no sólo para asegurar la estabilidad de una zona geoestratégica determinante para la paz en la región y la seguridad israelí, sino para evitar que la evolución de la primavera árabe vaya desde una dictadura laica y corrupta en los países revolucionados a un poder islamista sin libertades civiles y con una dictadura moral que elimine por otra vía los derechos humanos tan duramente reivindicados.
Así las cosas, y con Israel aceptando serenamente los resultados, se nos plantea un nuevo escenario que obligará a entender con más sensibilidad lo que pasa en países como Egipto y a desarrollar nuevas habilidades de dialogo, cooperación, comprensión, etc. que ayuden a definir un nuevo marco de relaciones internacionales que frene a los terrorismos habituales y que profundice en el desarrollo democrático, haciendo que las libertades civiles y los derechos ciudadanos lleguen también a quienes no profesan el islam y a las mujeres, que hasta ahora son el núcleo inaccesible al cambio en esas sociedades.
Editorial Estrella