La Bolsa cae y la Prima sube. ¿Les suena? Es la enésima vez que se produce el fenómeno: el gobierno ahoga a la clase media y a los trabajadores para que la prima baje y la Bolsa suba, y la prima sube y la Bolsa baja. Ahora, los analistas dicen que falta un plan de crecimiento.
La tomadura de pelo es insoportable. Los funcionarios se arrojan a las calles. Incluso los policías nacionales protestan en el centro de Madrid y son reprimidos por sus compañeros antidisturbios. Todos se hacen cruces, menos los del PSOE.
Según nuestra tradición parlamentaria Rubalcaba es el jefe de la oposición. Así lo instituyó Felipe González.
Pero Rubalcaba buscando un lugar en el sol perdió su sitio en la oposición y desde luego no es el jefe de nada. Su partido se vuelve más que nunca contra él y su discurso justificativo “yo no haré la misma oposición que el PP” enciende aún más a los suyos “¿Es que acaso nosotros hacíamos lo mismo que ahora hace el PP?”.
La sociedad española se enfrenta en silencio o con dureza verbal a una política sin ojos para ver la realidad de las dificultades de los trabajadores y de las familias de clase media. El gobierno, además, ha estigmatizado a los funcionarios y pretende hacerles pagar la factura de la especulación y el enriquecimiento de los amigos del pelotazo: todos, por cierto, bien identificados.
El PSOE oficial y el PP han decidido ir de la mano en contra de la sociedad española para mantener una ficción interesada que justifique su continuidad en la burbuja política. Privilegios y beneficios personales que tanto en un partido como en el otro pertenecen a los dirigentes de las castas que se reparten el poder.
Esa es la verdad. Están dispuestos a todo. Por eso las calles se prenden mientras ellos se entienden. Y por eso los mercados siguen la presión: saben que pueden exprimirlos y más fácil ahora que los pillan abrazados.
Editorial Estrella