Señorita, póngame por favor con la Unión Europea, a cobro revertido… ¿Qué no se puede?… Bueno, pago yo cargo al rescate, usted tranquila… No sé con el Presidente… ¿Del Consejo o de la Comisión? Pues no sé qué decirle…Con el que mande… Ah que no manda ninguno de los dos… ¿Con quién dice?… ¿Angela? Bueno, si no es la de las cenizas… Sí, que se ponga… ¿Angela? Mire que le llamo de España para lo del rescate… Que sí que lo mandan al final ¿no? … Es que si van a venir los hombres de negro, como es agosto, mejor que vengan de blanco, o de clarito vamos, que con la que está cayendo… Ah, que tiene que ser de negro. Bueno nos da igual, si cuesta lo mismo… Ah, que no saben lo que nos va a costar… Bueno ya liquidamos al final si eso…
Que digo yo que cuántos hombres de negro nos van a mandar… No, por saber y ponerles sitio y eso… ¿los que necesitemos?… Hombre no sé decirle ahora… ¿pueden ser diecisiete? Es que aquí tenemos lo de las autonomías muy a rajatabla y si no enseguida hay celos… ¿Uno para cada dos autonomías? Es que salen decimales… Tendrían que ser ocho normales y uno bajito… ¡Ah no! Se me olvidaba… Necesitamos dos más para Ceuta y Melilla… Oiga no haga bromitas de África que le recuerdo yo cómo salió Rommel de allí ¡vamos hombre!… No, apunte diecinueve… Ah bueno, espere, que se me olvida el hecho insular… Los cabildos canarios y los consells de Baleares hacen… Diez más, o sea, veintinueve… Ponga treinta, que más vale que sobre y lo mismo sale alguna autonomía nueva, que aquí nunca se sabe… Ah no espere, que tenemos los territorios forales del País Vasco… ¿Que qué son?… Hombre pues tienen parlamento, gobierno, hacienda, digo yo que necesitarán su hombre de negro… Ah, que le suenan de las vacaciones fiscales, sí esos… Nada treinta y tres, un número muy de tratamiento médico…
Aunque pensándolo bien, si esto de los hombres de negro es para controlar el gasto, tendríamos que ver las diputaciones provinciales… ¿Qué si no las habíamos quitado?… No, eso es como lo de practicar poner las cadenas en verano, que lo piensas siempre pero nunca lo haces porque no encuentras el momento… Pues serían cuarenta y siete más… Ah no, lleva usted razón en las comunidades uniprovinciales no tenemos… ¡qué lista la alemana ésta! … Bueno, deje el pico en todo caso que algo les buscamos… También tenemos el Comcel del Valle de Arán… No, no es coña, vaya usted un día a esquiar y lo ve in situ… Ahí sí que es mejor mandar un hombre de blanco… Vale, pues no, de negro, ¡qué carácter de mujer!
Luego está lo de los municipios grandes… Claro, es que si es un tema de gasto y de endeudamiento, pues aquí los que de verdad echan el resto son los ayuntamientos grandes… Así que si suma usted una docena más… claro que ayuntamientos medianos y pequeños también tienen lo suyo… En el mío sin ir más lejos sacamos una emisión de warrants –con perdón, Señora- para financiar los fuegos artificiales… Eso sí ¡qué gloria de castillo! … Dijo el suministrador que eran los que había previstos para la Eurocopa, pero que si pagábamos tocateja para nosotros… Y como los warrants –con perdón otra vez- los compró el propio ayuntamiento con un préstamo sindicado de 48 cajas… Sí ya sé que ahora no hay tantas pero entonces sí… Lo que no sé es cuál era el sindicato… Pero a lo que vamos, que casi un hombre de negro por ayuntamiento, que ya verán cómo se vive en los pueblos en España… O sea ocho mil ciento dieciséis, que sumado a lo anterior… échele diez mil para no discutir…
¿Que por qué tenemos tanto gasto?… Y yo qué sé, para eso vienen ustedes, vamos, los de negro esos que mandan ¿no? Para verlo… ¡Cómo que no van a venir! … ¿Muchos? … Pues sí que están ustedes rácanos ahora en Europa … En tiempos de Metternich –igual es familia suya o le suena del barrio- la Santa Alianza nos mandó a los cien mil hijos de San Luis, sin tanto regateo y además vestidos de colorines, no de negro… ¿Que quién pagaba aquello? … No sé señora, yo no estaba… Era un ejemplo histórico para ver si se animaba… Bueno, pero ¿vienen o no? … ¿Que nos mandan solo uno? … ¿Y dónde lo ponemos? … Ah que no viene siquiera, que lo ponen ustedes en Frankfurt y ya él nos va llamando… ¿Y quién paga la llamada?… ¿oiga?… ¿oiga?… Desde luego, si lo sé no ganamos la Eurocopa, vamos, desagradecidos…
Juan Carlos Olarra-Estrella Digital
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