Creo que necesito vacaciones. Estoy agotado e indignado. Lo primero porque llevo una semana aprendiéndome los reglamentos del Bádminton, Vela, Judo, Vóley-Playa, Hockey Hierba, diversos tipos de Tiros con diversos artilugios, así como otros muchos deportes, todos ellos apasionantes, aunque desconocía sus reglas. Eso no es nada, pues pretenden que estudie lo de la Doma Hípica. No creo estar capacitado.
Bastante tengo con saber que los records de natación dependen de la fibra y diseño del bañador. Algo que en mi época era nimio, por no decir minúsculo (me refiero al traje de baño). Aunque todavía ignoro si el color influye y así poder comprarme uno negro, blanco, amarillo o verde fosforito.
Pero la indignación empezó hace una semana con la ceremonia inaugural. En ella la presencia de Paul McCartney o la música de los Stones, The Kinks, Bowie, Queen y demás iconos de mi juventud o de los Artic Monkeys y Amy Winehouse, que lo son de mi madurez, elevaron mi nivel emocional. Hasta ahí todo fantástico.
Es más, el asunto casi llegó al llanto cuando desfiló Pau Gasol al frente del equipo español, algo que remató mi sensibilidad ya alterada al constatar la presencia de naciones tan cercanas y fundamentales en la historia contemporánea de nuestro país como son Botswana y Belice. Allí estaban. Felices y satisfechos por la notoriedad alcanzada últimamente en nuestros lares.
Lógicamente mi tensión ya estaba batiendo records. Ignoro si del mundo u olímpicos. Ante mis ojos desfilaron Kenneth Branagh, James Bond o Su Graciosa Majestad la cual en esta ocasión, hizo honor a su título y estuvo realmente graciosa. Era toda una demostración de poderío, pero faltaba algo.
Servidor es español. Para nosotros el tránsito del cansancio y la emoción a la indignación es muy rápido en el año 2012. Bueno, pues así acabé. En completa indignación. Una injusticia mayúscula que no presagiaba nada bueno sobre la objetividad de estos Juegos. Otra más. “Tengo pruebas” (que diría Punset en memorable anuncio) de la tropelía.
El asunto es grave y me avergüenza escribirlo, pero ahí va: se olvidaron de mi querido Elton John, del incombustible Cliff Richard y de mis venerados The Shadows. No les dieron el tiempo y espacio que se merecen. Terrible. Una gran decepción. Eso nunca podré perdonárselo al Comité Olímpico de la Gran Bretaña.
Por eso y solo por eso: me voy de vacaciones. Para reponerme.
Así que me despido hasta Septiembre, si Dios, Ustedes y Estrella Digital así lo quieren.
Gracias por todo y mis mejores deseos para este verano. Sean felices por favor.
Paco Fochs-Estrella Digital
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Paco Fochs