La Casa del Pueblo alojaba servicios inéditos hasta entonces para los nuevos obreros fabriles y los trabajadores, y en ella comenzaron a residir sociedades y organizaciones que favorecían el desarrollo político y sindical. Disponía de teatro, cine, auditorio y a ella acudían los maestros de UGT a alfabetizar a los obreros y educar en libertad a sus hijos.
Aquella fue una creación elocuente sobre el significado pragmático de lo que habría de traer el cambio social. Sobraban palabras porque los actos hablaban con claridad. Tanto, que en la Casa del Pueblo de Madrid se constituyó la primera mutualidad obrera: un seguro médico colectivo en una España sin seguridad social.
Pablo Iglesias no fue un gran teórico, al modo de los socialdemócratas alemanes o de los socialistas ingleses y franceses. Pero era una persona con una visión privilegiada para interpretar las necesidades de los trabajadores.
Desde hace años, en las agrupaciones del PSOE no se edifica una ética colectiva ni se instruye a los desfavorecidos, ni siquiera se somete a intensísimo debate el conflicto político que siempre despiertan los acontecimientos económicos y sociales. Muchos líderes del PSOE se dirigen a la sociedad mediante tuits, mensajes teleprogramados o incomprensibles artículos de penosa factura política y profundo desarraigo ideológico e intelectual.
Creen que el lenguaje sencillo, transparente y rudo, el discurso social y el acercamiento real al drama de muchos hombres y mujeres que padecen dolor y angustia sin eufemismo posible, están de modé, porque lo que se estila ahora es la responsabilidad (sic) antes que el imprescindible contrapeso que supone una alternativa que ofrezca verdadero cambio ante esta verdadera contrarevolución social.
Anuncia el PSM, en cambio, un sistema de intercambio de libros escolares en las agrupaciones socialistas, recuperando la verdadera naturaleza de las Casas del Pueblo. Interesante.
310.000 familias madrileñas se han beneficiado de becas escolares en el curso 2011/12, es decir, el 50% del alumnado de primaria y secundaria de nuestra comunidad. Las ayudas, en forma de bono-cheque, oscilaban entre 90 y 110 euros, para comprar material escolar.
Rafael García Rico