Ayer saltaba la noticia de la dimisión de Esperanza Aguirre y cundió el estupor porque nadie había sido capaz de prever tal situación ni por asomo.
Llegó a la presidencia en 2003 con la sorpresa del «Tamayazo» y se va sin ni siquiera amagar, por sorpresa también y con toda la naturalidad de la que ha hecho siempre gala. Recordemos su naturalidad con ocasión de los atentados del hotel de Bombay y de su rueda de prensa con aquellos zapatos extraños y sus calcetinitos blancos, que le daban aspecto de teenager de los años 50; la noticia era la noticia y eso estaba por encima del aspecto y de todo.
La primera cosa que me viene a la cabeza al pensar en ella es que es una mujer que ha sido Concejal, Ministra, Presidenta del Senado y Presidenta de la Comunidad de Madrid y que para serlo nunca ha necesitado de leyes de igualdad, ni de cupos, ni de discriminaciones positivas, sino simplemente de sus méritos personales y de su hacer. Recordemos que fue la primera Presidenta de una Comunidad Autónoma.
La segunda es que dice lo que piensa y piensa lo que dice, sin importarle si ataca a la postura oficial de su partido o si se lleva por en medio a la oposición, por lo que es una persona que nunca deja indiferente a nadie.
De hecho la oposición parece odiarla porque no sabe cómo ganar unas elecciones con ella enfrente, y la ponen a caer de un burro al tiempo que reconocen que es una gran adversaria. Y dentro de su propio partido, donde sucede algo parecido, ya que hay miembros que la harían Presidenta del país y , otros, los detractores, que no se qué barbaridades dicen de ella. No, cuando habla no deja indiferente a nadie, ni siquiera a Mariano Rajoy.
Y la tercera cosa es que creo que es una persona coherente. Lo pienso porque ha mostrado coherencia al iniciar la privatización de Tele Madrid, al tiempo que ha planteado la devolución de competencias al Gobierno Central, con lo que de nuevo ha sido la pionera de las comunidades autónomas, marcando una ruta a seguir al resto.
Y ya por último decir que nadie es perfecto y que no cabe duda de que ha tenido aciertos y errores, como todas la personas en puestos de responsabilidad. Pero, en general, el balance de su gestión en la Comunidad de Madrid ha sido positivo porque ha puesto a la Comunidad en una situación de relativa comodidad para aguantar y superar las crisis en que está sumido nuestro país y en los momentos que vivimos eso vale su peso en oro.
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.
José Luis Martín Miralles