El federalismo vuelve a estar de moda en España. Pasa cada poco. En cuanto hay la más mínima crisis del Estado de las Autonomías propiciada por los catalanes, el diario El País lo sugiere y el PSOE se lanza a defenderlo. Es un fenómeno curioso, porque a los nacionalistas catalanes les trae sin cuidado que España sea un Estado Autonómico o un Estado Federal. A ellos lo que les importa es que alguien pague sus deudas.
Y aunque, esta vez, la alarma federalista haya sonado con una cierta confusión en el partido socialista ya que, mientras que Rubalcaba y Griñán apostaban claramente por él, Elena Valenciano echaba el freno diciendo que el PSOE no tienen intención de reformar la Constitución, todo huele a que forma parte de su vieja táctica de tirar la piedra y esconder la mano.
En cualquier caso, bueno sería que, de una vez por todas, se dejasen algunas cosas claras sobre ese federalismo que tanto gusta al PSOE y a la izquierda en general.
Y, para ello, lo primero que hay que decir es que este Estado Autonómico que nos dimos en la Constitución del 78 ya es un Estado Federal. Y que nadie se rasgue las vestiduras. Y es que, en el Estado Autonómico español, las distintas autonomías y regiones tienen tanta capacidad de decisión o más que muchos estados federales de Europa o de América. Por eso, el Estado Federal como sustituto del Estado Autonómico sólo es una falsedad más de una izquierda que se ha quedado sin discurso político desde hace mucho tiempo… Es falso de toda falsedad reivindicar el federalismo cuando el propio federalismo se sostiene en la autonomía de las partes que lo forman. Como pasa en España.
Y esto es así y así se hizo en la Transición para calmar las ansias de singularidad de las llamadas autonomías históricas y, después, de las no históricas con el ‘café para todos’. Lo gracioso es que, después de 30 años, todas las autonomías son ya históricas. Como a España no se le podía llamar Estado Federal porque no lo aceptaba la opinión pública salida de la dictadura, se inventó la palabreja Estado Autonómico para taparlo.
Pienso que la búsqueda del Estado Federal ahora no es más que una parte de la política avestruz de los que piensan que con él va a venir alguien que nos va a pagar las deudas. Inocentes. El Estado Federal ya lo tenemos de facto y es deudor.
Posiblemente, lo que les gustaría de verdad a los catalanes es cambiar el Artículo 2º de la Constitución, ese que dice que “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”. Con ello, no serían más libres pero evitarían ser solidarios con las demás regiones españolas. Porque a ellos sólo les importa que el resto de España consuma sus productos para hacerse más ricos aún, pero no que, a cambio, tengan que ser solidarios. Es un problema simple de egoísmo.
Pero eso es entendible en una sociedad catalana desprovista ya de moral. Lo que no se entiende es que lo quiera también el PSOE, que se supone es un partido solidario.
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La sonrisa de la avispa