El «tsunami» provocado en las dos últimas semanas por la deriva independentista de Cataluña, liderada por el Presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha orillado, informativamente hablando, el hecho de que esta pasada noche ha arrancado la campaña electoral en el País Vasco y Galicia, cuyos ciudadanos están llamados a las urnas el próximo 21 de octubre. Dos elecciones autonómicas de mucha trascendencia política para el devenir del futuro inmediato.
En el País Vasco, la triste y preocupante novedad de estas elecciones es que ETA volverá a estar presente en ellas, en este caso a través de la coalición Bildu, donde conviene aclarar hay partidos, -como es el caso de EA, IU o Aralar- que son democráticos y siempre han condenado el uso de la violencia, pero donde el mayor peso electoral lo aporta la denominada izquierda abertzale. Las encuestas dan a Bildu entre 22 y 24 escaños de un Parlamento compuesto por 75 diputados, detrás del PNV que, siempre según esas encuestas, sería la fuerza política mas votada y podría obtener unos 25 escaños. En tercera posición quedaría el PSE de Patxi López y ya en un irrelevante cuarto puesto el PP de Basagoiti y Oyarzabal.
En cuanto a Galicia, el PP de Núñez Feijóo sabe que si quiere seguir gobernando debe obtener la mayoría absoluta, porque en caso contrario, el Partido Socialista y el BNG se volverían a aliar para arrebatar el gobierno a los populares. Aunque Feijóo ha hecho una más que buena gestión en los casi cuatro años que ha estado al frente de la Xunta, la gran duda es como afectará a sus aspiraciones electorales la gestión en el Gobierno de España de otro gallego ilustre llamado Mariano Rajoy. Por otra parte, las elecciones gallegas serán el bautismo de fuego para un nuevo partido, el de Mario Conde, que con toda probabilidad le quitará unos miles de votos al PP. Otra cosa es que tenga los suficientes para sacar algún escaño.
Lo que pase el 21-O en el País Vasco y en Galicia habrá que analizarlo en diferentes claves: ¿qué va a suceder con la mayoría independentista que entre el PNV y Bildu conseguirán en el Parlamento de Vitoria; ¿seguirán el camino secesionista e independentista emprendido por Mas en Cataluña? Si el PP no consigue la mayoría absoluta en Galicia y tiene un mal resultado en el País Vasco, ¿qué repercusiones tendría en clave interna dentro de su partido para Rajoy? ¿Qué pasará con Rubalcaba y el PSOE si en el País Vasco bajan hasta la tercera posición o en Galicia no son capaces de formar gobierno porque el PP obtenga la mayoría absoluta? Todo eso y algunas cosas más es lo que está en juego en las elecciones del próximo 21-O, sin olvidar que un mes después, el 25 de noviembre, será Cataluña quien celebre unas elecciones planteadas por Artur Mas en clave plebiscitaria. Nos esperan unos meses con muchas claves por resolver.
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Cayetano González