Da igual desde el punto de vista que lo mires. La visión económica, política y social es más que preocupante.
En un martes en el que la prima de riesgo vuelve a sobrepasar en seis puntos la barrera de los 400, echas un vistazo y te encuentras un panorama desolador.
En el terreno político, tras las lecturas, disculpas, excusas y vagas justificaciones de los resultados electorales gallegos y vascos, nadie mueve pieza. Ni en Galicia con la debacle de Pachi Vázquez ni en el País Vasco su homólogo Patxi López ni el ‘popular’ Antonio Basagoiti.
Para mas ‘inri’ y ante las especulaciones que le situaban en el Senado, López confirmaba que va a seguir «al frente» del PSE después del descalabro electoral. Aun reconociendo que su partido no había «cubierto expectativas».
Quizá dos días no hayan sido suficientes para la reflexión. Para asimilar que la sociedad vasca les ha castigado por sus cuatro años al frente del gobierno. Por no mover esas piezas, por jugar con un peligroso equilibrio que en 2009 los vascos quisieron romper y que ellos no terminaron de desquebrajar. Pero ahí van a seguir, al frente de sus partidos. Cuando los vascos que les apoyaron en 2009 ya no confían en ellos, porque al final han estado a la misma merced, o por lo menos, mirando hacia otro lado.
Luego está el caso de Rubalcaba. Un político convertido a engañabobos y al que se le prefiere mirar desde lejos. Y ahí continua también. El que fuera ministro de Zapatero, el gran derrotado en las Generales y al que cada vez más socialistas rechazan por su forma de hacer política, hablando y gustándose sólo a sí mismo. Pero no, él tampoco moverá pieza.
Los que sí las mueven y más de la cuenta son los del 25S. Con permiso o sin él, vuelven a las calles, a ‘rodear el Congreso’ en pleno debate de los Presupuestos Generales del Estado para 2013. Perdiendo toda la razón que pudieran tener si el lema original fuera el real y no un mero disfraz de lo que en realidad se esconde detrás.
Mientras tanto, otras piezas sí se mueven. Bolinaga recibe el alta hospitalaria y se va a casa.
El resto sigue sin reaccionar.
Patricia Vico – en Twitter @pativico– Estrella Digital
Patricia Vico