miércoles, noviembre 27, 2024
- Publicidad -

¿Y la izquierda en Cataluña?

No te pierdas...

Pere Navarro ha optado por utilizar el eslogan “Pere Navarro. Federalismo” Esa será, desde ayer, su campaña electoral hasta que el día 25 los catalanes acudan a las urnas. Lo cierto es que es un eslogan claro, conciso y contundente. Nos permite saber que Navarro es un federalista y que defiende el federalismo. Lo cual significa que en Cataluña no hay contradicciones ideológicas izquierda-derecha, sino que las que hay son relativas al modelo de estado desde una perspectiva territorial y no social.

Para Marx el estado siempre respondía a los intereses de la clase dominante. No se equivocaba el viejo economista cuando afirmaba esto. A lo largo de la historia siempre hemos visto que el estado se constituía y se organizaba de acuerdo con las relaciones de producción y por tanto respondía a las necesidades históricas de la clase dominante, propietaria de los medios de producción.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la socialdemocracia se ha preocupado, junto con sectores conservadores demócrata cristianos defensores de la llamada doctrina social de la Iglesia de León XIII, de impulsar una fuerte y amplia clase media que conjurara los peligros de la lucha de clases, desdibujando las diferencias sociales y atribuyendo al Estado funciones de corrección, nivelación o redistribución suficientes para evitar el colapso por la base de la sociedad y así sostener un modelo capitalista con rostro humano.

Precisamente eso es lo que se desmorona ahora, una clase media que se precipita a la pobreza y una base social trabajadora amenazada de ruina, y singularmente en Catalunya, tras la victoria de Mas. La oligarquía catalana ha puesto en práctica el desmantelamiento del sector público que precisaba de una cortina de humo para disimular el terrible efecto social que provocaba. Insistir en ello es agotador, pero el debate soberanista carece de mayor fondo, y si realmente hay un viaje a la independencia, este se ha fraguado una vez puesta en marcha la maquinaria patriótica, ya que en este caso el fin era el medio.

Creo que desde la izquierda el discurso no debería ser sobre si más o menos catalanismo, sino sobre el comportamiento del núcleo duro de una burguesía catalana que ha decidió romper el pacto social mucho antes de decidir romper el pacto constitucional. El PSC debería haber articulado toda una batería programática alternativa a la visión económico social de los nacionalistas con el fin de marcar la contradicción principal, que es económica, sobre la que se sustentan los intereses sociales de la mayoría o los intereses nacionales de la minoría dominante expresados en esa forma patriótica.

Sé que me acusaran de antiguo, por lo que digo y por como lo digo. Pero no más antiguo que la injusticia social, el patriotismo nacionalista, o el truco del almendruco: ese en el que, mucho me temo, ha caído el bueno de Pere.

Rafael García Rico- en Twitter @RafaGRico– Estrella Digital

Rafael García Rico

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -