«Emilio Botín tomó la palabra y propuso la destitución de Abril por su abierta deslealtad como primer punto del orden del día. Corcóstegui manifestó su contrariedad, aunque reconoció que si aquél había perdido la confianza del presidente, era lógico que se planteara su destitución. (…) El consejero Felipe Benjumea (procedente del BCH) propuso que la decisión se presentara como dimisión y no como destitución, para dar una salida más honorable a Abril, argumento que fue contestado por Rodrigo Echenique (BS) y por Jaime Botín, quienes resaltaron que lo importante de la cuestión no era en sí mismo la salida de Abril, sino dar ejemplo de que la entidad no va a perdonar la falta de lealtad a ninguno de sus altos ejecutivos.»
ESTRELLA DIGITAL ha denunciado el perjuicio que Abril causaba a la credibilidad de la compañía
Así contaba Casimiro García Abadillo en el diario ‘El Mundo’, el 29 de julio de 2001, la intrahistoria de la destitución de Luis Abril como director de comunicación del banco de Botín. Ahora, César Alierta ha puesto fin, por más que se quiera disfrazar de nuevo una destitución fulminante como dimisión, a la carrera en Telefónica de su Secretario General Técnico y miembro del Comité Ejecutivo.
ESTRELLA DIGITAL ha denunciado en múltiples ocasiones el perjuicio que Luis Abril causaba a la credibilidad de la compañía. Han sido numerosas y constantes las situaciones incómodas que Abril venía provocando en una de las empresas más importantes de nuestro país y cuyo verdadero área de influencia es transnacional. No es de extrañar que el vaso se haya llenado y que ni siquiera haya sido precisa una gota que lo desbordara, puesto que la solvencia de esta Institución era cuestionada y puesta en entredicho por muchos directivos y altos ejecutivos de grandes empresas españolas por culpa de sus maniobras. La situación era insostenible.
El poder de Abril, al parecer, se fundaba en el uso interesado de la financiación que el área de comunicación hacía con los medios de comunicación y empresas informativas. Manejaba, hacía y deshacía comprometiendo su palabra y traicionándola después – según lo requirieran las circunstancias-, dejando en evidencia su interés personal en la adjudicación de las cuentas publicitarias. Nada nuevo puesto que ya había sido acusado de lo mismo en sus tiempos como director de comunicación en el Central Hispano poco antes de la fusión con el Santander.
Han sido numerosas y constantes las situaciones incómodas que Abril venía provocando
Conviene recordar la narración de Casimiro García Abadillo que recogía posteriormente ESTRELLA DIGITAL. «A principios de julio de 2001 el copresidente del BSCH, a la sazón Emilio Botín- recibió en su despacho a un conocido abogado acompañado por un asesor externo que llevaba bajo el brazo un detallado informe. En él se ponía de manifiesto que el departamento de comunicación del BSCH estaba pagando enormes sumas de dinero a empresas ligadas a periodistas, al margen de un sustancioso abono de casi 80 millones al año a un conocido asesor de imagen. Curiosamente, todos los periodistas cuyas empresas tenían contratos con el banco eran críticos con Botín. Es decir, que el banco estaba financiando una sofisticada campaña de prensa contra su propio presidente.»
Asistimos al segundo capitulo de una trayectoria que se repite continuamente. Del mismo modo que tuvo que salir de las filas del equipo directivo de Botín, ahora se ve puesto en la calle con 64 años y anunciando que, en realidad, le motivan nuevos proyectos empresariales de consultoría. Alierta hasta hace bien poco disimulaba la verdadera dimensión de la crisis interna que se gestaba en la compañía y hacía publicas alusiones de confianza que ahora se han visto desmentidas por la rotundidad de los hechos. No cuestionamos, en absoluto, la decisión; la aplaudimos. Ya lo dijimos en su día. Y más cuando sus relaciones sinuosas con el conglomerado que se investiga del grupo Noos salieron a la luz pública. ESTRELLA DIGITAL investigó y se hizo eco de las relaciones que Abril mantenía con Urdangarin.
Telefónica es una compañía de extraordinaria solvencia y consistencia empresarial, y tiene aún un largo recorrido lleno de interesantes perspectivas de consolidación y crecimiento, no sólo en España sino también en los nuevos mercados emergentes. ESTRELLA DIGITAL confía en que en esta nueva etapa la pulcritud y el buen hacer que han caracterizado la larguísima historia de esta empresa, vuelvan a ser los valores que presidan la actuación de todos sus directivos, y que el juego interesado, desleal y personalista de los ambiciosos quede al margen, y que se vaya con el viento fresco que acompañará a Luis Abril en sus supuestos nuevos proyectos de joven emprendedor.
Editorial Estrella