Hay que ver cómo somos los españoles, que nos quedamos atónitos y perplejos pero poco hacemos, cuando día tras día salta a la palestra un nuevo caso de corrupción de cargos públicos o salen a la luz nuevos datos de una de las tantas y numerosas investigaciones abiertas en los juzgados españoles.
Está visto que la corrupción en España es un suma y sigue infinito porque no parece acabar nunca. Si no, tan sólo hay que fijarse en la trama ‘Gürtel’, inagotable desde 2009. El mismo camino lleva el ‘Caso Nóos’ que además nos descubre rasgos sobre nuestra, hasta hace poco, intocable monarquía. Y ni qué decir tiene, el ‘Caso Bárcenas’ que ni con dos jueces de por medio parece llegar a su fin, todo lo contrario, ralentizan el proceso estorbándose el uno al otro, sin razón de ser.
La corrupción en España es un suma y sigue infinito
Otro de los asuntos que acapara nuestra actualidad es el famoso ‘Caso Campeón’, con el exministro (no lo olvidemos) José Blanco, esperando a que le llamen a juicio oral para abandonar su escaño, pero mientras tanto, cobrando de las arcas y sin ponerse, si quiera, un poco colorado. Totalmente inaudito.
El ‘caso de los ERE’ en Andalucía, es para darles de comer aparte. El reingreso en prisión del exdirector de Trabajo de la Junta andaluza, Francisco Javier Guerrero, vuelve a poner en el punto de mira al actual presidente andaluz, José Antonio Griñán. Su cargo como consejero de Economía y Hacienda de la Junta en 2004, le deja en una posición tan delicada como obvia por su presunta complicidad o cuanto menos por su pleno conocimiento de las irregularidades cometidas. Su posible y presunta implicación también comprometería a otro exministro (recordemos que Griñán también fue ministro de Felipe González) y expresidente de la Junta de Andalucía, a Manuel Chaves. Serían demasiadas coincidencias para no ser investigadas y tenidas en cuenta.
Tenemos un sistema en el que es muy fácil robar y muy difícil dimitir
Con este panorama de corrupción lidiamos día a día, cada vez menos crédulos, cada vez más cansados de un sistema que no funciona. Lo que es evidente es que tenemos un sistema en el que es muy fácil robar y muy difícil dimitir y asumir responsabilidades. Y a la espera de conocer los nuevos datos con los que Luis Bárcenas nos ‘deleite’ en su comparecencia con el juez Ruz, para continuar con un bucle que empieza a formar parte de nuestro día a día más cotidiano. Sumando y sumando más casos de corrupción. Eso sí, viendo la que cae y lo factible que es meter la mano en dinero público, más nos tendremos que preocupar el día en el que estos casos no acaparen nuestra actualidad ni se apelotonen en nuestros juzgados.
Patricia Vico – en Twitter @pativico– Estrella Digital
Patricia Vico