Uno piensa en lo que está pasando en la Unión Europea, mira al presidente de la Comisión, Durao Barroso, y recuerda, después, que también estaba, algo escurrido, en la foto de las Azores de cuya realización hace ahora la friolera de diez años. Pues ahí está el compañero de correrías de Bush, Blair y Aznar, construyendo la Unión, recibiendo el nobel de la paz, hundiendo Grecia, atacando Chipre, recortando en España a las órdenes de Merkel, la gran constructora del siglo XXI.
Cuesta creer en proyectos e ilusiones europeas y europeizantes
Es tremendo que el desaguisado que el Fondo Monetario Internacional, la Comisión y el banco Central Europeo han organizado en la isla mediterránea. Y uno piensa en Durao Barroso y se sonríe con resignación. O en Lagarde, la presidenta heredera del FMI, sustituta de Strauss Kan cuando éste estaba en la cárcel, que a su vez sustituía a Rato que debería ir camino de ella. El mismo camino que, al parecer, pronto encaminará la señora presidenta del famoso fondo mundial, a la que ya han registrado su casa.
Todo esto es bochornoso, pero lo peor es lo bochornosos que son los personajes de la opereta. Cuesta creer en proyectos e ilusiones europeas y europeizantes, cuando la caterva más desastrada del continente está al frente de las decisiones. Doña Merkel tiene a su servicio una jauría adecuada. Como dicen que se dice en estos casos: no vas a encargar a un licenciado en bellas artes que le dé una paliza al otro, mejor que lo haga uno del sector. Pues a nosotros nos da la paliza uno de sector: la banda del triqui traque ésta que en nada tiene que envidiar a los de la foto de las Azores.
Durao Barroso, salsa en todas las salsas, puede explicarles cuál es la mejor postura para posar ante el fotógrafo. Para arrasar países no necesitan ni ayuda ni consejo, saben hacerlo muy bien. Doña Merkel tecnifica el dominio de Europa y la guerra moderna se hace desde Bruselas: las víctimas son, eso que quede claro, las mismas de siempre.
Rafa García-Rico – en Twitter @RafaGRico – Estrella Digital
Rafael García Rico