Cuando hace ya unos cuanto años , Mariano Rajoy sorprendió a propios y extraños -cosa muy propia de él- nombrando a Soraya Saénz de Santamaría portavoz del grupo popular muy pocos, incluida ella misma, podíamos sospechar lo que el futuro iba a deparar a esta mujer. Se ha convertido, también por decisión de Rajoy, en la mujer que más poder ha tenido nunca en España. No hay papel de cierta importancia que se mueva sin antes pasar por su mesa. El último encargo, por si ya tenía pocos, es la presidencia de la comisión económica, esa en la que Montoro y Guindos se ven las caras. A Soraya Sáenz de Santamaría hay que atribuirle muchos saberes y no solo porque haya sido una brillante opositora a la abogacía del Estado, sino porque además tiene las santas agallas de estudiar, mientras su niño duerme, aquellas doctrinas y teorías que luego tan bien le vienen en sus comparecencias de los viernes. Sí, en esas comparecencias que, por propia voluntad, se limita -casi siempre con una sonrisa que pretende ser pícara- a adelantar lo que se va a publicar en el BOE. Discurso político, cero. Charcos que no son suyos, ni acercarse. Lo suyo es otra cosa.
El listado de competencias y poderes es inmenso y su horario de trabajo nada envidiable
¿Y que es lo suyo? Pues, por ejemplo, decidir los movimientos en el ente público RTVE, poner a Gallardón a la cola con su propuesta de reforma de la ley del aborto, recordar que el PP y sus avatares es competencia de María Dolores de Cospedal. El listado de competencias y poderes es inmenso y su horario de trabajo nada envidiable.
Supongo que ser «vicetodo» no es tarea fácil, pero de lo que si tengo la seguridad y la información suficiente como para afirmar que su gran prueba de fuego la superó cuando, al frente del grupo parlamentario, supo marcar territorio y autoridad. No fue fácil. Entre sus diputados los había veteranos y algunos de colmillo muy retorcido. «Veremos cómo nos va con esta chiquita» decía más de uno y Rajoy imperturbable porque lo suyo siempre han sido apuestas a medio plazo y ella, paso a paso, desactivando pequeñas trampas que un día sí y otro también se encontraba nada más llegar al Congreso de Diputados.
Ese medio plazo, que es el plazo mas corto al que Rajoy sabe jugar, ya llegó y a Soraya le hizo una Opa en toda regla. Se la llevó a Moncloa y a partir de ahí, la crisis, el desempleo, Bárcenas, Aznar, Cataluña, jueces, imputados y desimputados, siempre presentes en las ruedas de prensa de los viernes, pasan por ella como la luz por el cristal. Tiene tanto poder, manejado con tanta discreción, por no decir misterio que es como si la gente no se lo creyera. Está en todo, pero es como si no estuviera en nada porque si vemos las sucesivas encuestas, resulta que ella, la mujer con más poder que nunca ha habido en España con una crisis tampoco nunca vista antes, resulta que, como poco, es la mejor valorada del Ejecutivo. Reconocerán que esto tiene su mérito.
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Charo Zarzalejos