Pedro Solbes ha escrito sus memorias en las que se reivindica. El ex vicepresidente de Economía detalla sus años en los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y le pasa factura al entonces presidente por cómo gestionó la crisis que se nos venía encima, incluso ha dejado dicho que se arrepiente de haber continuado en el gobierno durante la segunda legislatura.
Al parecer Pedro Solbes le avisó a Zapatero de que las cosas de la economía se estaban torciendo, que había que tomar medidas, e incluso se lo dijo por escrito. Pero Zapatero ha salido al paso diciendo que de eso nada, que no le consta que su entonces vicepresidente económico le entregara ningún papel ni le alertara de lo que estaba por venir.
Solbes fue una pieza fundamental para el segundo triunfo de Zapatero
La pregunta que cabe hacerse es ¿quién dice la verdad? ¿Alertó Solbes a Zapatero, además de verbalmente, entregándole un documento detallado de lo que en su opinión había qué hacer para ir preparando para afrontar el temporal? ¿O nos creemos la versión de Zapatero cuando asegura que Solbes no le entregó ningún documento?
Pongamos que es verdad lo que dice Pedro Solbes, que él mismo alertó a Zapatero sobre la crisis que se avecinaba. Si fue así debería de haber dimitido de inmediato, más teniendo en cuenta que por aquella época eran públicos y notorios sus desencuentros con Miguel Sebastián y la Oficina Económica de Moncloa. Lo honrado hubiera sido que se marchara, que no participara en una política en la que supuestamente no creía. Al no hacerlo es tan responsable como Zapatero y el resto de su Gobierno. Pero hay más.
Pongamos que Rodríguez Zapatero tiene mala memoria y no recuerda o no quiere recordar el famoso documento al que alude Solbes, pero al ex vicepresidente se le olvida asumir en primera persona la responsabilidad directa que tuvo en la campaña electoral que supuso una segunda legislatura para Zapatero. Y es que, si echamos un vistazo a la hemeroteca, encontraremos numerosos artículos y comentarios de analistas de todos los medios coincidiendo en que Solbes había sido una pieza fundamental para el segundo triunfo de Zapatero al derrotar por K.O en un debate en televisión a Manuel Pizarro.
Recuerden aquel «duelo» entre Solbes y Pizarro, dos «pesos pesados», uno del PSOE otro del PP, debatiendo sobre el futuro económico de España. Mientras Pizarro advertía de lo que se nos venía encima, Solbes con un desparpajo realmente notable lo negaba y acusaba al representante popular de catastrofista y de estar haciendo una lectura equivocada de cifras y datos.
El tiempo demostró que Manuel Pizarro tenía razón y que Pedro Solbes estaba equivocado. Pero mire usted por donde el propio Solbes acaba de confesar que él ya lo sabía, que sabía que nuestra economía iba a sufrir un vaivén y que había que prepararse para la crisis que estaba en puertas. De manera que Solbes en aquel debate no dijo la verdad, es decir nos engañó a los ciudadanos, porque si ya para entonces había advertido a Zapatero de que la crisis estaba golpeando nuestra puerta realmente su actuación televisiva negándolo es como para se avergonzara. Pero no, el señor Solbes cuya memoria es estupenda a la hora de recordar lo que le dijo o dejó de decir a Zapatero resulta que pasa por alto como no nos dijo la verdad a los ciudadanos en aquel debate electoral.
Las memorias de Solbes son un ajuste de cuentas con Zapatero
Naturalmente muchos votantes prefirieron creer a Solbes antes que a Pizarro. El primero aseguraba que íbamos a continuar viviendo en Camelot mientras que el segundo avisaba de que se nos venía encima un tsunami, y ya se sabe que la gente huye de los agoreros. Pero Pizarro decía la verdad mientras que Solbes acaba de descubrirnos que nos dijo lo contrario de lo que sabía y de lo que pensaba.
Las memorias de Solbes son un ajuste de cuentas con Zapatero, tanto que dice arrepentirse de haber sido miembro de su gobierno en la segunda legislatura. Sinceramente yo desconfío de todos aquellos que se suben al coche oficial y luego nos quieren convencer que lo han hecho por hacernos un favor a los ciudadanos. ¡Hasta ahí podíamos llegar!.
Las memorias de los políticos suelen ser textos revindicativos de ellos mismos, de su gestión, pero sobre todo un ajuste de cuentas más o menos cruento. A mi me parece que el señor Solbes debería de pedirnos perdón a los ciudadanos por no habernos dicho la verdad en aquel debate electoral y convencer a tantos votantes de que Camelot iba a continuar siendo parte de nuestra realidad.
Julia Navarro