Difícil, desesperantemente difícil, tramposo, indignante, molesto, irritante, agobiante y… a pesar de todo, irresistible. Esa descripción, que dábamos por aquí hace unos días al hablar de los grandes juegos del mes de marzo, es la mejor descripción posible que uno puede dar de la saga Souls, que recibe en el día de hoy a la que ya es su tercera entrega: 'Dark Souls II'. Una saga cuya fórmula se basa en una sola premisa: demostrarnos una y otra vez lo inútiles que somos como jugadores. Que nos pone a prueba haciéndonos asistir al funeral de uno mismo y vislumbrar como escupen, patean y hasta violan nuestro propio cadáver, logrando que el espectáculo sea macabramente divertido y adictivo. La franquicia tiene como principal objetivo pisarnos la cabeza e impedirnos levantarla, pisándonosla aún más fuerte en caso de que amaguemos de manera fugaz con atrevernos a hacerlo.
Y es que para jugar a cualquier título de la serie hay que asimilar que cada nuevo enemigo va a matarnos, que cada nueva trampa va a matarnos y que cada nuevo escenario va a matarnos. Que en cada lugar por el que podamos caernos, caeremos y, por supuesto, moriremos. Que aunque veamos sangre y advertencias en una puerta, entraremos por ella y… sí, moriremos. Que horas y horas después de derrotar al primero de los muchos jefes finales de cualquiera de sus juegos, aún no tendremos ni la más remota idea de lo que nos espera o de cómo jugar, de que repertorio de armas, magias y objetos usar, y de qué son esos extraños conceptos que hablan de mundos blancos y negros, hogueras, almas, pactos, piedras mágicas y todo tipo de criaturas infernales. Un juego, en definitva, en el que las pantallas de Game Over (You Died, en este caso) son más habituales que las de carga.
A pesar de ello, de utilizarnos como al perro de Pavlov, gracias a las decenas de horas en contenidos que ofrece, a que no tacha de idiotas a los usuarios y les lleva de la mano durante longevos prólogos y tutoriales, y a su mecánica de ensayo y error, que respira un aire «old school» y recuerda a muchos tiempos pasados del sector, la IP se ha convertido en uno de los mayores descubrimientos y legados de la generación que llega a su fin. Quizás por esa maravillosa e inigualable sensación de euforia que le invade a uno cuando logra tener éxito en alguno de los cometidos que nos plantea este simulador de Caballero Andante, por pequeño que éste sea.
)
'Dark Souls II' se presenta de ese modo en las tiendas de todo el mundo hoy como una de las últimas joyas de carácter imprescindible que se sumarán a los catálogos de Xbox 360 y PlayStation 3 (y en unas semanas engrosará también las listas del de PC, siempre en pleno auge). Con un mundo de descomunales dimensiones repleto de secretos y desafíos, espectaculares estructuras y brillantes batallas contra todo tipo de adversarios, ofrece un renovado sistema de combate más pulido y consistente, pero tan desafiante como siempre. Habiendo sus primeros análisis despejado cualquier tipo de duda al asegurar que está más que a la altura del nombre la saga, se abre la veda para todos aquellos que quieran un profundo universo en el que enfrascarse y poner a prueba su valor, habilidad… y paciencia.
Una nueva materialización de la frontera existente entre los conceptos hardcore y casual. ¿Cuántos se atreverán a descubrir en cuál están?
David Arroyo