Esta semana ha aparecido en la prensa una noticia en la que se asegura que, científicos estadounidenses tienen una nueva y espectacular evidencia que apoya la teoría del Big Bang para el origen del Universo. Al parecer, han hallado la señal que dejó en el cielo la expansión súper-rápida del espacio que debe haber ocurrido apenas fracciones de segundo después de que todo comenzara a existir.
Para muchos, entre los que me encuentro, cualquier intento por comprender la astrofísica, viene a ser similar al de comprender la existencia de dios y, por supuesto, igual o más inquietante. De hecho, muy probablemente esta noticia me hubiera pasado completamente desapercibida, de no ser porque ha coincidido en el tiempo y en el espacio, con mi reencuentro feliz con una obra de teatro que me ha encantado igual hoy, a como lo hizo hace diez años, cuando la vi por primera vez.
Para todos aquellos que piensan que la risa la provocan solo lo zafio y lo burdo, que solo nos reímos de las desgracias de los demás y nos regocijamos en los comportamientos más groseros. Para todos aquellos que desprecian lo que consideran intelectual por serio y distante, les es prescriptivo acudir con urgencia a ver QFWQFW, una historia del Universo, de Teatro Meridional, compañía que ha enriquecido el panorama teatral durante los más de veinte años de su existencia, con joyas como esta.
La capacidad de construir personajes y dramaturgias, de crear puestas en escena efectivas en su sencillez, sin apenas escenografías, apoyados en diseños de luces, que refuerzan y dan toda la relevancia a la interpretación y los textos, que en esta ocasión beben de la creatividad e imaginación de Ítalo Calvino, que en sus “cosmicómicas” disuelve y amalgama en literatura la astrofísica y la teoría de la evolución, convirtiéndolas en metáforas de cómo somos los humanos en nuestras pequeñas mezquindades pero también, en nuestros grandes logros.
Sin embargo, aunque parezca increíble, dada su calidad, el público no abarrota las salas para ver esta función. Se va a poder ver en la capital en la sala cuarta Pared y en una gira por los teatros municipales de numerosas ciudades de la Comunidad de Madrid (+ información: www.facebook.com/meridional.teatro)
No se la vayan a perder, porque aviso, falta poco para que este tipo de propuestas, apenas encuentren espacios dónde poder encontrarse con el público, que quedará cada vez más huérfano de calidad y más lleno de lo zafio, lo banal y lo burdo. Y será así, porque así lo hemos querido; a no ser que científicos americanos, encuentren evidencias de que la expansión del universo, esté implicada en este tipo de fenómenos inexplicables.
La dama boba