En Madrid, dicen, a cierta hora si no te dan una conferencia, es porque la estás dando. Madrid, dicen, es un hervidero de gente con corbata y mujeres con tacones corriendo de almuerzo en almuerzo a mediodía. En Madrid, dicen, el almuerzo es una religión. Tomémoslo, pues, con el suficiente respeto. Aquí intentamos que sea así, pero sin dramatizar.
Madrid es un hervidero de restaurantes y un trajín de taxis que llevan comensales de un lado al otro. Un paseo por la city capitalina enseña el hormigueo constante de chaquetas, corbatas, tacones, móviles y prisas. Por eso es tan importante que quien baje las escaleras y atraviese el portón de Ata Club se encuentre con un espacio agradable, bien iluminado, confortable, con predominio de colores claros y relajantes. Un sitio donde puedes estar con corbata o sin ella, hablar de trabajo o de planes para el fin de semana, pero en el que nadie se sienta ajeno.
Madrid, dicen, es el primer puerto de España. Y la mejor ganadería, y el obrador más fino, y la mejor bodega, hasta la mejor cocina experimental. Todo en Madrid. También dicen que se puede comer cualquier cosa. La pena es que, a veces, es así. Por eso desde Ata Club, en una ciudad donde un porcentaje altísimo de vecinos come fuera de casa, hemos pensado que, si se es el mejor puerto, huerto o ganadería, hay que demostrarlo.
Para eso se han diseñado menús diarios que están lejos de aquel “patatas con…” que inmortalizó satíricamente Ricky López. Bonito, atún, ternera, legumbres, ensalada, sopas calientes y frías. Comer cocina reconocible, sana, con ingrediente de primera calidad también relaja el espíritu del ajetreado madrileño. ¿Por qué no aderezar una comida de trabajo tomando unas judías verdes, “rehogadas como en casa”, o un bonito con tomate, con tan fino pescado que no avergonzaría al mejor gourmet de mar?
Esas son las propuestas a mediodía de Ata Club. Un marco relajado, de nivel, en el que cabe la corbata y el tacón, sí, pero también el sport y el casual. Una cocina reconocible, sana, equilibrada, elegida en el mercado cada día por nuestro cheff, formado en los fogones del mítico Abraham García.
Las prisas, el estrés, el Madrid imposible y ajetreado no lo podemos curar. Lo que proponemos es que abras la puerta del Ata Club y entres en un paréntesis con mucho gusto.
Nosotros lo hacemos con sumo gusto.
¡A disfrutarlo!
Galería fotográfica de Ata Club.
ATA Club