A tres semanas de las elecciones europeas, el Gobierno se desgañita en presentar un panorama ficticio, pretendiendo hacernos creer el cuento de la recuperación económica, mientras que la Comisión Europea se encargaba en las últimas horas de desmentir la narración oficial española. Tal narración, por lo demás, aquí no se la había tragado nadie, a no ser los superfans o los propios narradores. No se puede jugar con la verdad ante un país entero solo por ganar una porción de votos que, por otro lado, no le iba a servir de mucho a la hora de cambiar las convicciones o certezas de la gran mayoría de la población patria. Uno tiene la convicción de que ni el Gobierno se cree una palabra de lo que pregona, grave riesgo para ellos mismos si llega el 25 de mayo y se estrellan contra la realidad. La encuesta de Metroscopia les abre amablemente la puerta al batacazo, al vaticinar un empate entre PP y PSOE, con la ventaja para el último de que la suma de los votos de IU no sería precisamente para Rajoy.
PSOE más IU darían lugar a una mayoría que el PP no encontraría en ninguna parte
Digo eso pensando en una trasposición de los resultados del sondeo a unas elecciones generales, en las que PSOE más IU darían lugar a una mayoría que el PP no encontraría en ninguna parte. Tal como están las cosas, no es de extrañar el nerviosismo del PP, que se manifiesta en todas las facetas de su actividad, sobre todo en las prédicas de personajes como Floriano, González Pons o Cospedal, que cortan la respiración de cualquier persona sensible a los cauces y límites del discurso político. Un pequeño respiro llega para todos con las cifras del empleo y el paro del mes de abril. Pero Bruselas denuncia la fragilidad extrema de lo que ellos llaman recuperación y la ausencia de realidades y perspectivas en lo que al empleo se refiere, que sigue y ha seguido deteriorándose, pese a los enjuagues verbales y la presentación engañosa de las cifras de la EPA y del INEM. Lo más asombroso es la alegría y el desparpajo con que lo hacen, que produce la certeza de que nos toman por tontos, como hace unos días yo les decía. De aquí al 25 de mayo hay tela, señores.
Pedro Calvo Hernando