Las encuestas no se hacen, se encargan, y las del CIS, al parecer, también. De la última relativa a la intención de voto para las europeas se desprende, desde luego, ese olor a guiso, pero también que el bipartidismo, esa versión del partido único que se usa en las democracias, no está tan desahuciado como se supone y como, por lo demás, sería tan conveniente para ventilar las mefíticas sentinas del Sistema. Y ello por una razón principal: porque en España no se vota tanto a un partido como contra otro.
Lo que hará la mitad de los votantes del PP es, en realidad, no votar al PSOE
Tenemos que las políticas del PP, por llamar de alguna manera a esas sevicias, han afectado gravemente, y transversalmente, a buena parte de la población, a las clases medias y a las bajas con particular ferocidad, y tenemos que, no obstante, de ellas saldrá un importante número de votos para ese partido. Se supone que se vota a aquél partido con cuya praxis se comulga, pero en España, en ésta pobre España de los amenes de la segunda Restauración monárquica, eso es mucho suponer: Lo que hará la mitad de los votantes del PP es, en realidad, no votar al PSOE, pues el «no voto» sólo cuenta y se computa si se materializa a favor del partido, del único partido, que le puede toser. En sentido inverso, muchos votarán al PSOE, bien que pinzándose la nariz y hasta las meninges, como modo de restarle votos al PP, aunque en éste caso podría introducirse la variable de los innumerables partidillos y formaciones de una imprecisa izquierda que concurren a las elecciones del 25 de mayo con ganas de comerse el mundo, pero que es muy probable que se queden en el aperitivo de la ilusión.
El Bipartidismo Único quedó atado y bien atado,
Izquierda Unida y UPyD se frenan en las encuestas, pues su naturaleza de partidos bisagra, electoralmente hablando, fija el límite de su crecimiento. Los otros, con Vox entre los de la derecha y Podemos, Red, X y demás en no se sabe muy bien dónde, pues la vaguedad e improvisación de sus programas impide ubicarlos con exactitud, habrán de conformarse con servir a sus inspiradores (Vidal-Quadras, Elpidio, Iglesias, Falciani…) para colocarse en el Parlamento Europeo. Y es que el Bipartidismo Único quedó atado y bien atado, y es así.
Rafael Torres