Acaba de lanzarse una campaña publicitaria muy oportuna en los tiempos que corren, en plena etapa de declaraciones de la Renta y en vísperas de las elecciones europeas: “Vota a Mono como ministro de Economía”, reza su lema, con un vídeo muy cuidado y una canción pegadiza. No dice lo que anuncia, porque su táctica consiste en lanzar un “señuelo” que provoque la curiosidad general, para revelar después el producto o marca que impulsa. Como nuestros políticos, que cuando son candidatos lanzan un lema, lo acompañan de una cancioncilla (generalmente menos lograda que la de este Mono) y no nos cuentan lo que pretenden de verdad.
Nuestros candidatos políticos lanzan un lema, lo acompañan de una cancioncilla y no nos cuentan lo que pretenden de verdad
En honor a la transparencia, confieso que no soy del todo ajeno a la campaña de Mono, ya que sus autores han recurrido al equipo del que formo parte para difundir una nota de prensa en medios digitales. Nota que ha obtenido gran repercusión también en medios tradicionales. No cobro dinero “extra” por hablar ahora de ello, ni lo pretendo. Lo que me interesa es que el Mono candidato a ministro de Economía está siendo Trending Topic en redes sociales desde su lanzamiento hace dos días y sus seguidores se cuentan ya por miles, según me comentan sus artífices, o sea, mis clientes. Trending Topic con tweets que dan “razones por las que votar a un mono antes que a Rajoy”; que proponen que “la ciencia deje de investigar lo listo que es un mono e investigue lo imbécil que es capaz de ser un humano” o que recomiendan votar a Alibabá, porque con él “los ladrones son sólo 40”.
El Mono candidato a ministro de Economía está siendo Trending Topic en redes sociales desde su lanzamiento hace dos días y sus seguidores se cuentan por miles
El mismo día del lanzamiento de la campaña publicitaria de Mono, martes 6 de mayo pasado, se daba a conocer también el último Estudio Global de Confianza en las Profesiones 2014, elaborado por la organización internacional GfK Verein, especializada en la investigación del desarrollo de la sociedad, los mercados, la economía y la política. El informe de este año vuelve a plasmar la casi nula credibilidad de nuestros políticos, que desde 2005 ocupan constantemente la última posición, “perdiendo a lo largo del tiempo importantes porciones de confianza de la población”, según dice textualmente dicho estudio. Hace diez años, “contaban con el respaldo del 27%” de la ciudadanía. Hoy, en cambio, sólo obtienen un 5% del apoyo de la sociedad.
Las redes sociales recomiendan votar a Alibabá, porque con él “los ladrones son sólo 40”
A nivel mundial, la confianza en la clase política tampoco es que sea mucha, ya que ocupa los últimos puestos en la mayoría de los países. Pero la situación no llega a ser tan preocupante como en España, donde en esta década transcurrida desde 2005 hasta nuestros días ha perdido nada menos que 22 puntos porcentuales del apoyo de la población.
Los periodistas españoles tampoco salimos demasiado bien parados en este estudio, dicho sea de paso. Con el 47% de la confianza de la nación, estamos hasta veinte puntos por debajo del respaldo que obtienen en algunos de los 25 países de Europa, América (del Norte y del Sur), Asia, el Pacífico y África en los que se ha llevado a cabo la investigación, con un total de 28.000 entrevistas.
Hace diez años, los políticos contaban con el respaldo del 27% de la ciudadanía; hoy tienen un 5%
El informe no profundiza sobre las causas de esta falta de credibilidad de la prensa española, que están bastante relacionadas con la precariedad laboral, la carencia de medios materiales y económicos y, en general, las pésimas condiciones en las que el periodista se ve obligado a ejercer la profesión. En cambio, sí explica dónde está el origen de la mala fama de nuestros políticos: “los altos y persistentes niveles de desempleo, la complicada situación económica, así como el descubrimiento de varios escándalos de corrupción en los principales grupos políticos locales son sin lugar a dudas los responsables de los bajos datos registrados por ellos”, asegura.
“Vota a Mono como ministro de Economía” no es un ataque al actual titular del Departamento en el Gobierno de Rajoy, Luis de Guindos, ni al responsable de Hacienda, Cristóbal Montoro. Pero se acercan las elecciones europeas, a las que seguirán las locales y las generales, y ya uno sólo pide humildemente que después de tantos comicios no se le quede mal cuerpo, con la impresión de haber votado a un mandril.
Carlos Matías