Lo confieso: son prejuicios. Pero tras ver el debate de esta noche entre Miguel Arias Cañete (PP) y Elena Valenciano (PSOE), tengo el mal presagio de que voy a preferir votar a Falete o a Rodolfo Chikilicuatro para Europa.
¿Recuerdan ustedes a Rodolfo Chikilicuatre? Les refresco la memoria: año 2008. Programa de Andreu Buenafuente en La Sexta. El actor español David Fernández parodia a un ficticio artista argentino que dice ser inventor de la guitarra con vibrador, a la que llama “Luciana”. Buenafuente lo promociona y presenta al programa “Salvemos Eurovisión”, de Televisión Española, y gracias a los votos que cosecha en MySpace (porque ahora, o eres muy “demócrata” y participativo en las redes sociales, o no vales nada) consigue la candidatura que representa a España en la gran gala musical de las televisiones europeas.
Pasó el Festival de Eurovisión y ha empezado el show de la campaña de las Elecciones Europeas. Pero no pasa el bochorno
Eurovisión estaba de capa caída y había perdido la calidad y el “gancho” que la había caracterizado en tiempos remotos. El nombre del concurso de TVE para elegir representante aquel año, “Salvemos Eurovisión”, era suficientemente elocuente sobre tal decadencia. Chikilicuatre se presentó, representó su esperpento y quedó en décimo sexto lugar. Lo milagroso fue que obtuviera los 55 puntos que le colocaron en dicha posición, en vez de haber quedado el último con cero votos, porque el falso personaje Rodolfo Chikilicuatre ha tenido el extraño “honor” de ser el único concursante abucheado en Eurovisión mientras actuaba; el único, claro está, hasta que este año las hermanas Tomalchevy de Rusia sufrieron las iras del público, pero no por su actuación, como en el caso del patético Chikilicuatre, sino por la homofobia del Gobierno de Putin y su influencia en la crisis de Ucrania.
El bochorno Chikilicuatre fue posible por el “televoto”, cuya preeminencia quedó reducida a la mitad a partir de 2009, año desde el que la otra mitad de las votaciones se ha venido reservando para jurados profesionales. Algo es algo, aunque el desfile de frikis haya continuado y alcanzado su cénit en la apabullante victoria, este año, del engendro presentado por Austria, Conchita Wurst.
Elena Valenciano aludirá a la “trama Gürtel”, la pérdida de los derechos y la calidad de vida de los españoles, Esperanza Aguirre y la Ley restrictiva del Aborto de Ruiz Gallardón
Pasó el Festival de Eurovisión y ha empezado el show de la campaña de las Elecciones Europeas. Pero no pasa el bochorno. No faltan frikis en las candidaturas, personajes insólitos y extravagantes que no citaré para no hacerles la propaganda. Pero lo más triste es que los partidos pretendidamente “serios” y con responsabilidades de gobierno, presentes, pasadas y muy posiblemente futuras, participan en el circo sin entusiasmar al personal.
Esta noche, dos de estos partidos, el Popular y el Socialista, tendrán oportunidad de demostrar que me equivoco. Sus respectivos candidatos Miguel Arias Cañete (PP) y Elena Valenciano (PSOE) protagonizarán un debate televisado. Es como si ya lo estuviese viendo: se echarán el uno al otro la culpa de la inflación y el paro nacional; del desencanto por la política; de las manifestaciones callejeras; de los escraches; de los nacionalismos… Y de la corrupción, claro.
Miguel Arias Cañete contraatacará con la moción de censura de los socialistas en Extremadura, los EREs en Andalucía y los patinazos del Gobierno de Zapatero
Elena Valenciano aludirá a la “trama Gürtel”, la pérdida de los derechos y la calidad de vida de los españoles. Eurovegas, la gestión de Ana Botella en el Ayuntamiento de Madrid y Esperanza Aguirre también figurarán en su argumentario. Y, cómo no, la nueva Ley restrictiva del Aborto de Ruiz Gallardón, que a mí me da que va a ser un fijo en la quiniela de reproches, porque para eso Elena Valenciano representa el cliché de la mujer moderna, de izquierdas y feminista que necesita la Europa del siglo XXI.
Miguel Arias Cañete contraatacará con la moción de censura de los socialistas en Extremadura, con los EREs y demás zarandajas en Andalucía y los patinazos del Gobierno de Zapatero. Porque ZP será otro fijo en la quiniela de los argumentos “populares”, ¿qué se apuestan?
De esta forma, ambos candidatos pretenderán dejarnos claro que se presentan a unas elecciones “e-u-r-o-p-e-a-s”, aunque más que un debate escenifiquen una reedición actualizada de “los “guiñoles” de Canal Plus. ¡Qué nivel, Maribel..! Si acierto, quizás sea mejor presentar a Chikilicuatre, a Mario Vaquerizo o a Falete. Seguro que movilizan más y también sacan más votos.
Carlos Matías