Las entidades financieras salvaron esta semana al IBEX. Cierto que fueron las que el jueves llevaron al selectivo a cerrar con la segunda mayor caída del año, pero finalmente se salvaron los muebles, aunque se ha perdido el soporte de los 10.500 que tanto había costado lograr. Hay que tener en cuenta que esta semana han pasado muchas cosas, sobre todo el jueves. Los rumores sobre Grecia, los decepcionantes datos, con excepciones, del crecimiento de la eurozona y algunos datos no muy buenos de Estados Unidos hicieron un roto a las bolsas europeas y también a los tipos de interés de la deuda y las primas de riesgo.
Ahora, las esperanzas están puestas a la vista de los datos preocupantes sobre todo de Francia, Italia y Holanda, en la actuación del BCE. Esta semana se filtraban algunas de las posibles medidas poco convencionales que podría adoptar y ahí está la vista de los inversores. Cada vez son más los que aseguran que a Dragui no le va a quedar más remedio que hacer algo para que el débil crecimiento deje de ser coyuntural y se convierta en algo más serio. En todo caso, las bolsas han subido mucho. La española concretamente más de 4.000 puntos en dos años y es lógico que le cuesten ciertas metas. Esta percepción no cambia sin embargo las previsiones para el cierre del ejercicio que siguen siendo muy positivas y más si realmente el BCE se decide a primeros de junio a tomar medidas.
Mientras, la economía española sigue ofreciendo datos muy positivos de distintas variables que están consiguiendo que la mera esperanza vaya convirtiéndose en realismo. Se han conocido las ventas de viviendas, la concesión de hipotecas, la creación de empresas, los precios y parece que se está preparando un buen mes de mayo en descenso del paro y afiliaciones a la Seguridad Social. Prácticamente todos los analistas han aumentado sus previsiones de crecimiento para España, aunque todos esperan que el Gobierno siga tomando medidas y no cese en su plan de reformas. Sobre los impuestos ha habido declaraciones del ministro de Hacienda. Montoro ha anunciado ya oficialmente que los tramos del IRPF pasarán de 5 a 7 y que todos los ciudadanos notarán la bajada, aunque de forma más acusada las rentas bajas y medidas. Además, el ministro aseguró que no se va a tocar el IVA. En el campo de los rumores, las filtraciones se centraban en la supresión del Impuesto sobre el Patrimonio que se compensaría con una subida del IBI. Lo sabremos en poco tiempo, aunque la reforma en una primera etapa entrará en vigor en enero de 2015.
Carmen Tomás