Esteban González Pons se fue preparado al debate de la tele por si alguien hacía mención a las impresentables declaraciones de su compañero Miguel Arias Cañete respecto a su supuesta «superioridad intelectual» sobre Elena Valenciano. Y el conejo que se sacó de la chistera fue un twit de Valenciano en el que esta decía que el jugador francés Ribéry es muy feo. Si es todo lo que tenía contra Valenciano más le valía habérselo guardado porque decir que un tipo es muy feo es como de patio de colegio.
Al parecer Ribéry sufrió un accidente que le ha dejado esas señales en la cara y según González Pons el twit de Elena Valenciano se podría interpretar como una burla contra quienes tienen cicatrices en el rostro a cuenta de un accidente.
La verdad es que yo no salgo de mi estupor ante la persistencia de los hombres del PP de querer justificar lo injustificable que no es otra cosa que su compañero Arias Cañete ha hecho unas manifestaciones del machismo mas rancio contra Elena Valenciano.
Querer equiparar que Valenciano califique a un jugador de fútbol como feo a las declaraciones de Arias Cañete diciendo que él es superior intelectualmente y que no la quiso machacar en el debate porque es un hombre y ella una mujer, es como querer comparar a Caperucita Roja con el lobo.
Cada día que pasa el ataque de machismo de Cañete va teniendo mayores repercusiones públicas
Vaya por delante que no comprendo ese afán de los políticos, no de nadie en general de estar permanentemente twiteando sobre todo lo que hacen, ven, piensan, o sueñan. No comparto ese exhibicionismo que lo único que lleva es a meter la pata, a pasarse de listo o de graciosillo. De manera que Elena Valenciano, aunque posteriormente se disculpó, bien podía haberse ahorrado el comentario sobre el futbolista Ribéry porque realmente a nadie le importa lo que ella piensa sobre si un señor es guapo o feo. Pero fuera de eso resulta muy chusco por parte del PP jugar al «y tú también».
Las palabras de Arias Cañete han provocado una reacción en favor de Elena Valenciano y distintas personalidades de la política europea han mostrado su solidaridad con la dirigente socialista. No sé si se atreverán a dar el paso siguiente que no es otro que sacar los colores a Arias Cañete que es lo que en realidad deberían de hacer por más que el ex ministro y ahora candidato al Parlamento Europeo sea uno de los prohombres del PP.
Lo peor es que Arias Cañete no tiene la gallardía de disculparse, de decir en voz alta que metió la pata, que lo siente. En lugar de eso se resguarda en el cierre de filas de su partido en torno a él. Le protegen, le arropan, le disculpan, y rebuscan a ver por donde pueden pillar a Elena Valenciano para poder decirle eso de «y tú más» o «tú igual». Y así lo único que están consiguiendo es que cada día que pasa el ataque de machismo de Arias Cañete vaya teniendo mayores repercusiones públicas.
¡Ah! y a pesar de que González Pons intentara atacar a Elena Valenciano con el twit sobre Ribéry, hay que reconocer que estuvo mejor en el debate en TVE de lo que lo estuvo Arias Cañete. Aunque quienes más convincentes estuvieron fueron el profesor Sosa Wagner, candidato de UPyD, Ramón Jauregui y Willy Meyer. Las cosas como son.
Julia Navarro