1ª Conclusión: La extrema austeridad impuesta desde Berlín y Bruselas ha pasado factura al Partido Popular Europeo y también, aunque en menor medida a los socialdemócratas que han venido apoyando esas políticas.
2ª Conclusión: Los ciudadanos europeos reclaman un cambio. Están hartos de los partidos tradicionales, conservadores-democristianos por una parte y socialdemócratas por otro, que lejos de arreglar sus problemas para seguir el dictado de intereses económicos y financieros que nada tienen que ver con los intereses de la ciudadanía.
3ª Conclusión: El crecimiento de partidos xenófobos y antieuropeos es una de las consecuencias del fracaso de las políticas de la UE.
4º Conclusión: La socialdemocracia europea lleva perdida y sin discurso desde que cayó el Muro de Berlín. No ofrece soluciones a los problemas de los ciudadanos si no que ha sido cómplice de los partidos conservadores en las políticas decididas e impuestas desde Bruselas. Por eso tampoco es extraño que muchos ciudadanos hayan decidido hacer oír su voz organizándose al margen de los partidos de izquierda tradicionales. El caso de «Podemos» en España es un ejemplo.
Las instituciones de la UE necesitan un proceso de regeneración
5ª Conclusión: O las dos grandes fuerzas políticas que han hecho posible esta Europa cambian sus políticas y vuelven a tener a los ciudadanos como primera preocupación o continuará aumentado la fuerza de las formaciones antieuropeas de un lado y de extrema izquierda por otro haciendo de la UE un espacio ingobernable.
6ª Conclusión: Las instituciones de la UE necesitan un proceso de regeneración, hacerlas más democráticas y no seguir actuando al margen de los ciudadanos. La UE debe dejar de ser ese cálido lugar donde habitan miles de funcionarios cobrando sueldos fastuosos que salen de los impuestos de la gente a la que vienen pidiendo que se aprieten más y más el cinturón.
Pero hay otras reflexiones y conclusiones que tienen que ver con el ámbito doméstico, es decir con España, con la lectura que tenemos que hacer del resultado de las elecciones en nuestro país. Y las conclusiones no son muy distintas a las del resto de Europa.
7ª Conclusión: Los ciudadanos españoles han dado un duro golpe a los dos grandes partidos poniendo en cuestión el bipartidismo que había imperado hasta ahora en la política española. Los ciudadanos están hartos de las políticas de austeridad que arrancaron con el último gobierno Zapatero y continuaron con el de Mariano Rajoy. Políticas que han dado lugar a salvar a los bancos pero no a los ciudadanos de los efectos devastadores de la crisis y que han llevado a recortar de manera drástica el Estado del bienestar.
8º Conclusión: La sociedad no aguanta más los casos de corrupción en que están inmersos políticos de todos los signos y que ha provocado un descrédito de partidos e instituciones.
9ª Conclusión: Los votantes de izquierda han dejado de confiar en el PSOE como el partido capaz de defender los intereses de la mayoría de los trabajadores. Los socialistas han estado más pendientes de cuestiones de ingeniería y filosofía social que de la realidad de los ciudadanos. Aunque en esta campaña, mezclándolos con otros ingredientes, los dirigentes socialistas han apuntado al desastre causado por las medidas adoptadas por el Gobierno del PP para afrontar la crisis, lo cierto es que sus criticas carecen de credibilidad. Simplemente la gente ha dejado de creer que si este PSOE, con sus actuales dirigentes, sean capaces de hacer políticas diferentes. El recuerdo de Rodríguez Zapatero es como una losa en el electorado.
El aumento de los partidos xenófobos produce escalofríos
10ª Conclusión: El PP ha tenido la misma derrota que el PSOE por más que haya sacado a este partido dos escaños de diferencia. Los votantes del PP no han dejado lugar a dudas sobre su censura a las políticas de Mariano Rajoy. Llamar victoria a lo que han obtenido en las urnas es un sarcasmo por no decir que resultaba patética la sonrisa de Miguel Arias Cañete la noche electoral cuando compareció junto a Dolores de Cospedal. Si se siente satisfecho por tan desastroso resultado se lo debería hacer mirar.
Estas son las primeras conclusiones pero es evidente que ahora llega el momento de la reflexión, de analizar en profundidad lo sucedido. Es evidente que el PSOE tiene que cambiar de arriba abajo sino quiere terminar convirtiéndose en un partido irrelevante. En cuanto al PP tiene la suerte de que en España estemos vacunados contra la extrema derecha pero aún así debería de tomar nota y poner coto a seguir gobernando en contra de la gente.
Hay otras políticas posibles que no son las que ha venido marcando Berlín y Bruselas. Y o se cambia el rumbo o terminará deshaciéndose el sueño de la Unión Europea. El aumento de los partidos xenófobos produce escalofríos. Esperemos que quienes gobiernan tomen nota.
Julia Navarro