La próxima semana el curso escolar llega a su fin y muchas familias se preguntan cómo dar de comer a sus hijos cuando los comedores escolares estén cerrados.
Resulta estremecedor que algo así este pasando, pero la realidad es tenaz a la hora de mostrar la cara más amarga. Lo malo es que algunos políticos prefieren esconder la realidad. Eso es lo que acaba de suceder en Galicia donde el grupo de oposición Alternativa Galega de Esquerda le ha pedido al gobierno gallego que habilite los comedores escolares durante las vacaciones y la respuesta por parte de Román Rodríguez del PP ha sido que no porque eso supone que sea «generar excesiva visibilidad» del problema y provocar discriminaciones.
Supongo que el tal Román Rodríguez se ha quedado tan ancho con su respuesta que, en mi opinión, no hay por donde cogerla. No sé a ustedes, pero a mí me parece terrible que más del treinta por ciento de los niños españoles estén en el umbral de la pobreza y me escandaliza que un representante del PP prefiera que no puedan acceder a comer al menos una vez al día por aquello de no dar mala imagen. Mi pregunta es ¿a que mala imagen se refiere? ¿se refiere a la mala imagen de los políticos de Bruselas que nos han impuesto un plan de austeridad que ha provocado que haya miles de pobres? ¿a sus propios compañeros del Gobierno del PP que, lo mismo que Zapatero, han seguido a pies juntillas las ordenes de Bruselas arbitrando una reforma laboral que ha dejado a miles de personas en la calle? ¿quizá esos banqueros desaprensivos que han engañado a los ciudadanos con las preferentes? Podría seguir preguntando, porque mala imagen es la que tienen todos los responsables políticos que no han impedido que el treinta por ciento de nuestros niños sean pobres.
Hay niños que solo comen una vez al día y lo vienen haciendo en el colegio
Me parece que se les debería de caer la cara de vergüenza a todos aquellos que no solo no han hecho nada para evitar la pobreza infantil sino que además impiden que los comedores escolares funcionen durante las vacaciones.
Hay niños que solo comen una vez al día y lo vienen haciendo en el colegio, por tanto negarles esa posibilidad para que no se note que en España hay pobres me parece un escándalo.
El ministro de Educación José Ignacio Wert y la ministra de Sanidad Ana Mato, deberían de mirar el problema de frente y arbitrar que todos los colegios en España tengan abierto el comedor durante el verano.
En estos momentos hay muchos padres desesperados que se preguntan cómo van a dar de comer a sus hijos y es un asunto tan grave que el Gobierno debería de centrar toda su atención en resolverlo.
Yo le preguntaría a los miembros del Gobierno qué harían ellos si no pudieran dar de comer a sus hijos y por qué les parece bien que sus hijos coman y los de los demás no, pero sobre todo como se atreve uno de los suyos, Román Rodríguez a decir que no hay que abrir los comedores para evitar «la visibilidad» del problema.
La obligación de los políticos es dar respuesta a los problemas y no esconderlos. Se les debería de caer la cara de vergüenza a todos aquellos que pretenden esconder a esos niños que solo tienen una posibilidad de comer adecuadamente si lo hacen en sus escuelas. ¿A qué espera la oposición para exigirlo?
Julia Navarro