'Mamá, de mayor quiero ser famoso de la televisión'. Esa es la profesión que ha venido a sustituir en los gustos de los pequeños a las tradicionales de futbolista, bombero, torero o hasta presidente del Gobierno. ¿Para qué hincar los codos si puedo cobrar no ya cada mes, sino cada semana, por contar mis problemas familiares en la pequeña pantalla?
El último caso, el de Chabelita. La hija de la Pantoja sabía que ni por su cara bonita (la que no tiene), ni por su físico (no da la talla de modelo), ni por su inteligencia (Dios no la crió como émula de Einstein), ni tan siquiera por sus habilidades artísticas (no se la conoce ninguna) podría ganarse el pan. Solución: la fácil de todo aquel famoso que no sabe cómo ganarse las habichuelas, ir de plató en plató.
Eso sí, como la chica ya tiene familia: novio e hijo, había que hacerlo bien, no dar toda la información de golpe para secar el pozo, sino por capítulos, como si fuera su vida el mejor culebrón venezolano jamás visto. Y, como en toda buena telenovela, también con protagonista masculino, para que los ingresos a recibir sean por partida doble.
La chica incluso ha querido dar la imagen de mujer trabajadora, no llegando a cumplir los cuatro meses de permiso que permite la ley a las trabajadoras que dan a luz (incluso un quinto en algunos casos), y ha querido dar la cara cuando apenas se cumplían poco más de tres meses desde que salió de la clínica con su bebé en brazos.
Lo hizo el sábado en 'Hay una cosa que te quiero decir', en un programa que Telecinco le montó para su lucimiento y para su propio interés, como demostró ese 17,9% de cuota de pantalla que logró, su récord de temporada. ¿O es que realmente hay alguien en este país que pueda admirar o sentirse identificado con Chabelita?
Eso es lo que intentaron vender, y para eso «contrataron» a Sergio y Ángeles, una pareja que, como jóvenes también, afirmaban (lo hubieran jurado ante la Biblia si se les hubiera pedido) que se sentían identificados con la hija de la Pantoja. Había que llevar a ésta al programa como fuera y lo hicieron posible estos dos personajes que, por muy anónimos que fueran, tendrán que apechugar ante sus conocidos con el ridículo de confesar ese «fanatismo» improcedente.
El mismo ridículo por el que pasó la propia Chabelita al contarnos cosas tan «interesantes» como que está aprendiendo a poner una lavadora o que «desde que me he independizado aprecio mucho más lo que cuesta hacer las cosas». Quedar mal era lo de menos para ella, porque, al margen de Sergio y Ángeles, nadie de este país la tiene por una lumbreras. Lo importante era poner la primera piedra del chalet que se puede montar con lo que saque con su novio por las teles.
Y es que por ese motivo fue primero al programa de Jordi González, sabeedora de que ahí no iba a desvelar nada que la hiciera luego perder dinero, y por eso es por lo que este martes aparecerá su chico en 'Hable con ellas', demostrando que él también contribuye a la economía familiar.
Luego ya tendrán tiempo para vender cualquier cosa en el '¡Hola!', de aparecer en público juntos en alguna discoteca en temporada estival y,por supuesto, de comparecer en el 'Sálvame deluxe', el programa que mejor paga. El negocio está en marcha y, a este ritmo, la niña va a poder seguir ninguneando a su madre, sobre todo porque no va a tener que ir a su casa a por comiditas o a que le lave la ropa.
La mosca