El jueves pasado España volvía a escribir una nueva página de su historia. Recordemos que cuando algunos días antes el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, compareció ante la opinión pública para leer una declaración institucional, minutos antes de esa comparecencia, ya los urgentes teletipos de todos los medios de comunicación hablaban de la posible abdicación de Su Majestad el Rey Juan Carlos I.
Es verdad que la noticia nos cogió por sorpresa a la mayoría de ciudadanos españoles, ya que los días o semanas anteriores no se rumoreaba nada al respecto, pero sí tengo que reconocer que el debate de la abdicación del Rey estuvo en boca de muchos analistas y corrillos políticos, especialmente desde las abdicaciones de la Reina de Holanda y del Rey de Bélgica algunos meses antes.
Tras los 39 años de su reinado no puedo más que agradecer, como todos los españoles, a Su Majestad Juan Carlos I, la labor que ha hecho durante esta etapa en ayudar a estabilizar, modernizar y democratizar España, y agradecerle por haberle tenido siempre cerca en los momentos buenos y exitosos en todos los ámbitos del país, así como en los momentos difíciles, complicados y trágicos de España.
Siempre tuvimos el respaldo de Su Majestad el Rey Juan Carlos
No puedo menos que recordar en estos momentos de su despedida como se volcó la Casa Real siendo yo el presidente del Partido Popular del País Vasco, con el asesinato de varios de mis compañeros concejales populares vascos a manos de los criminales de la banda terrorista ETA.
Siempre tuvimos el respaldo de Su Majestad el Rey Juan Carlos transmitido personalmente por él mismo cada vez que nos encontrábamos y coincidíamos en algún acto oficial en aquellos tiempos.
Ni nunca podré olvidar como se dirigió en un mensaje institucional a la nación española en julio de 1997, tras el asesinato del concejal de Ermua, Miguel Ángel Blanco para acompañarnos en su dolor y el de su familia a todos los españoles.
Como jamás tampoco olvidaré el abrazo emocionado que me dio su hijo el entonces Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, en los funerales de Miguel Ángel Blanco en la iglesia de Ermua para que se lo trasladase a todos los concejales vascos amenazados. Ese gesto nos valió a todos los cargos políticos amenazados más que millones de palabras de gratitud.
Es por todo ello esa inmensa gratitud que les debo a Su Majestad el Rey, Juan Carlos I, y a nuestro actual Rey, Felipe VI, por la que siempre me hará serles leales y estar orgulloso de nuestra monarquía española.
Soy de los que pienso que un buen rey tiene que ser generoso con su pueblo, y que mejor demostración de esa generosidad que pasar en vida la corona a su hijo Felipe en una demostración racional de querer lo mejor para esta moderna España, a la que el Rey Juan Carlos tanto contribuyó en conseguirla, dejando a una nueva generación, encarnada por su hijo Felipe, el camino al frente despejado para abordar con nuevas energías los retos que debe afrontar en el futuro nuestra nación.
La Reina Sofía ha inculcado de innumerables valores al futuro Rey de España
Para ello vamos a contar con un hombre preparado y magníficamente preparado en sus funciones como lo ha demostrado por activa y pasiva desde hace muchísimo tiempo Su Majestad el Rey Felipe VI, y que estoy seguro que ese bagaje y protagonismo demostrado por todo los rincones del mundo ha servido para que el Rey Juan Carlos haya dado este paso de abdicar la corona en favor de su hijo, sin ningún temor ni duda al respecto.
Tendremos mucho tiempo de ahora en adelante para analizar y comentar este suceso histórico en nuestro país, y leeremos muchas cosas del Rey saliente como del actual en los próximos días y meses, pero haríamos mal en no recordar en estos momentos el papel estelar e importantísimo que ha tenido y tiene en la historia de nuestro país Su Majestad la Reina Sofía de Grecia, como gran madre y como gran Reina, que ha inculcado de innumerables valores al futuro Rey de España.
Comienza una nueva etapa en la historia de esta gran Nación que es España como recordaba en su comparecencia al país Su Majestad el Rey Juan Carlos I.
A su hijo Felipe y a su esposa Letizia desearles que sean unos grandes Reyes como sus antecesores, y a Sus Majestades Juan Carlos y Sofía simplemente decirles gracias por todo.
Carlos Iturgaiz