Es curioso lo de 'Todo va bien'. No les ve casi nadie (no voy a ser yo el «pitagorín» que vaya a catalograr de «nadie» a 600 o 700.000 espectadores, su media), pero cuando termina el programa todos sus protagonistas empiezan a dar brincos de alegría, como si les hubiera tocado la lotería, y festejar que están siendo «trending topic». Seguro que son los que van a las ferias sólo para que les toque la «muñeca chochona».
¿Tendrán garantizado un plus en sus contratos por eso del «topic»? ¿Tendrán acciones en Twitter? ¿Presumirán de ello para que sus jefes vean que destacan en algo? Da igual, ellos son felices y se van tan contentos a casa, o cuando menos sonríen por unos segundos, justo hasta que dejan de aparecer en pantalla.
A ellos seguramente les gustaría dar las gracias en pantalla cada día por ser líderes de audiencia en su franja horaria, o cuando menos por haber llegado al millón de oyentes (tampoco hay que pedirles más), pero como eso parece antojarse más difícil que ver a Luis Suárez canonizado se vuelcan en las redes sociales, eso sí sin precisarr qué es lo que se comenta en las mismas de ellos.
Y es que no es precisamente su gran profesionalidad o el ingenio de los guionistas del programa lo que se elogia en esas redes, sino… ¡las tetas de Edurne!. En eso parece que se centran todos los tuiteros que comentan el programa, envidiando a De Gea por ello.
Quizás por ello la moza este jueves dio más canalillo a sus admiradores, para que éstos pudieran disfrutar más con las vistas. Ese «generoso» vestido rojo hizo que 54.000 espectadores se unieran a la audiencia que había tenido el espacio la noche del miércoles.
Si realmente Xavi y todo su equipo son tan ingeniosos y avispados como parecen ya saben lo que tendrían que decirle a su insípida compañera: «Vamos a darle al espectador lo que quiere«, porque ya se sabe que «el público siempre tiene razón».
Más escote, transparencias o lo que haga falta para que no les echen antes de tiempo. Los salidorros son multitud en este país, y el «boca a boca» podría hacer que el espacio comenzara a tener más fieles, los que van a necesitar para poder pasar el verano en Madrid y no en cualquier playa, de vacaciones.
Claro que es de suponer que ella tendrá que llevar en este tema la voz cantante, nunca mejor dicho, o incluso el guardameta de los «diablos rojos», y a lo mejor no están por la labor. Bien sea por pudor, porque quieren que las exhibiciones «carnívoras» sean sólo dentro de su hogar, o porque, una vez que ha adelantado el portero su regreso de Brasil, echan de menos Manchester (serían los primeros mortales del planeta que lo hubieran hecho desde que esa localidad existe) y quieren irse cuanto antes para allá.
Lo que pasa es que si de verdad ella quiere seguir ligada al mundo televisivo espero que no tomen las de villadiego porque, con la «soltura» y «gracia» que está mostrando en este espacio, parece casi imposible que vuelva a tener otra oportunidad como esta. O tetas… o vacaciones. Ese es el dilema.
La mosca