Si bien los chicos de Kojima Productions tienen un largo historial haciendo tráilers de una calidad soberbia, su último trabajo parece haber alcanzado cotas mayores y obtenido más repercusión de la esperada. El vídeo promocional que el equipo preparó hace unos días para el recién concluido E3 de Los Ángeles sobre 'Metal Gear Solid V: The Phantom Pain' ha ido recabando desde su salida todo tipo de mensajes de admiración procedentes de algunos de los directores de cine del momento.
“Kojima-San sigue siendo una gran inspiración para mí, y Metal Gear continúa ofreciendo un mundo que nos deja con la boca abierta y un sentimiento que lleva las cosas al límite cada vez”, declaraba el mismísimo Guillermo del Toro. “Es una ventana hacia el futuro del medio, y ofrece una narrativa que te deja sin aliento, una expansión artística brutal. ¡Increíble!”.
El director de obras como 'El Laberinto del Fauno' no ha sido el único en deshacerse en elogios hacia la principal cara del estudio, el cineasta responsable de 'Oldboy' hacía también lo propio: “Siempre he pensado que me gustaría ver una película dirigida por el señor Kojima, pero después de ver los últimos tráilers de Metal Gear Solid V me he dado cuenta de que estaba equivocado, él lleva ya mucho tiempo haciendo películas a su manera. Los Metal Gear Solid ya son películas, son las películas del futuro.”
Nicolas Winding-Refn, aclamado por haber firmado una película considerada de culto por muchos como es 'Drive', se sumaba a la conversación sobre el último vídeo: “Ver los tráilers de Metal Gear Solid V te hace preguntarte si los espíritus de Dostoyevsky, Kubrick o Caravaggio han entrado en el cuerpo de Hideo Kojima, porque utilizando el arte de los videojuegos ha llegado donde nadie lo ha hecho antes. Con Metal Gear Solid V ha creado el matrimonio perfecto de la narrativa cinemática y la tecnología. Para mí todo culmina en una sola palabra: genio.”
¿Pero hasta qué punto son positivas para la industria del videojuego este tipo de opiniones? Esa es la pregunta que se han hecho muchos jugadores ante este aluvión de halagos a una de las obras caracterizadas por tener las cinemáticas más largas del sector, y cuya crítica se sustenta en el hecho de que uno puede pasar más horas contemplando vídeos que jugando.
Y es que, como decíamos hace algunas semanas, que cine y videojuegos son lenguajes opuestos parecía haber quedado claro. En el cine la película perfecta es aquella en la que el espectador no aparece por ningún lado. Uno ve 'El Padrino' y lo último que quiere es tener presencia e interrumpir espectáculo semejante. Sin embargo en los videojuegos es al revés, ya que la gracia consiste en que los jugadores pasen a ser siempre el centro de todo. Interacción. Y, a pesar de la sencillez de esa premisa, a la que tantas veces han aludido los directores del séptimo arte al hablar de la relación entre ambas industrias, parece que la idea de no dejar morir ese maltrecho vínculo despierta cierto morbo en algunas personas. No hay otro modo de explicar que sigan surgiendo de manera incesante adaptaciones de videojuegos a la gran pantalla.
Por mucho que nos gustara ver algo nuevo de Winding-Refn y por mucho que a Kojima lo crea, twitter ha dejado claro una vez más que un juego no es una peli y una peli no es un juego.
David Arroyo