Por moral, que no quede. Mariló Montero se resiste a reconocer el fracaso de 'El pueblo más divertido', el programa que dicen le ha terminado por costar el puesto a Ignacio Corrales, el espacio que ha recogido más adjetivos descalificativos que Del Bosque en el Mundial.
La presentadora, siempre tan jovial, ha llegado a compararse en una entrevista con el mismísimo Rafa Nadal: «Ahora mismo es para agarrarte al espíritu nadaliano: hemos empezado perdiendo el Roland Garros, pero todavía quedan muchos partidos por jugar y aquí lo importante es cómo se termina».
Mariló, sólo dos apuntes. Uno: Nadal sólo ha perdido una vez en el torneo francés, y de eso hace ya cinco años. Dos: Si pierdes un partido en ese torneo, o en cualquier otro del circuito que no sea el de Maestros que reúne al final de temporada a los ocho mejores tenistas del año, te mandan a tu casa sin darte una oportunidad más, te llames Nadal o Perico de los Palotes.
Por el contrario, tu espacio no sólo ha «perdido» una vez la batalla de las audiencias, sino que lo ha hecho en sus tres primeras emisiones, con un 8, 7 y 6,5% de cuota, que, en términos tenísticos es caer derrotado en un Grand Slam por 6-2, 6-1 y 6-0. Vamos, que te tenían que haber echado hasta en tres ocasiones, por este espacio, por el de las mañanas de La 1 y hasta por un tercero que pudieras tener en un futuro.
Eso sí, como siempre hay excusas para todo en este país, en esta ocasión ella se ha acogido al de la competencia «voraz» que ha tenido, porque «entre el Mundial y la programación de Antena 3 y Telecinco, el programa se ha quedado con un trozo de la tarta mínimo«.
Vamos, como el «claro, me dejais sólo» que decía El Langui cuando en la anterior película de 'Torrente' se colocaba de portero en un partidillo de fútbol sala. Así no se puede. ¿Cómo es posible que mientras emiten 'El pueblo más divertido' de Mariló no se van a negro el resto de cadenas? Eso es ir a por ella.
Menos mal que desde esta semana, en la que la han trasladado al «late night», ya no va a tener que competir con los partidos del Mundial (vergonzoso que los ofrecieran en el mismo horario que su espacio). Lo malo es que ella ha pasado de jugar en Roland Garros a hacerlo en el torneo de El Espinar. De medirse a Djkovic y Federer a hacerlo casi con amateurs, encarnados en espacios de teletienda o de reposiciones de series. Ahí sí que no la quedaría otra opción que ganar o ganar. Si lo de ahora es un desastre, se ponga como se ponga, lo de entonces ya sería el fin del mundo, el apocalipsis. Y ahí, todos mueren al final.
La mosca