Se están haciendo la competencia. Una peligrosa competencia. Los programas del corazón y las tertulias políticas parecen haber entrado en una especie de guerra fría para ver quienes son los que dan pie a más querellas en los juzgados. Hasta ahora ganaban por goleada los primeros, pero con personajes como Pablo Iglesias puede darse la vuelta a la tortilla.
Claro que para que haya una discusión tiene que haber al menos dos partes, y el líder de Podemos, por muy «todopoderoso» y «divino» que sea, no tiene el don de la ubicuidad para estar en los dos bandos al mismo tiempo. Como «pareja de baile» ha escogido no sólo a un «partenaire» sino a dos, y vaya dos, nada menos que a la expresidenta de la Comunidad de Madrid y el exdirector del Marca, y actual profesional de El Mundo, Eduardo Inda.
Mientras la primera está de momento callada, por muy difícil que esto sea, el segundo no ha perdido ni un minuto en responder a las querellas presentadas contra ambos por Podemos, al considerar esta formación que las afirmaciones de ambos en el sentido de sus posibles vinculaciones al gobierno venezolano y a la banda terrorista ETA no son sólo «injurias intolerables», sino que suponen «la imputación de gravísimos delitos que menoscaban el honor de este partido y el de sus portavoces«.
Inda, mitad eufórico mitad orgulloso porque “no me demandan todos los días», advirtió primero a Podemos que «la última demanda que tengo es de la familia Pujol, y la hemos ganado en todos los ámbitos” (es de suponer que no hablaba ni del futbolista del Barça ni del actor y cantante de Upa Dance), y después no sólo no rectificó ni una coma de sus declaraciones sino que incluso echó más leña al fuego al indicar que «los informes de la Guardia Civil y el Ministerio de Interior apuntan que Iglesias es la persona de referencia de ETA en Madrid«.
Él precisa que «mis comentarios forman parte de la libertad de expresión» (ya saben, el todo vale), y recuerda que «Pablo Iglesias me ha llamado ‘tonto’ y cosas más graves”. Quizás por eso insistió en la mañana del miércoles en el espacio 'Al rojo vivo' de La Sexta en que «el señor Iglesias ha elogiado a ETA en vídeos que están en YouTube. Lo han visto miles de internautas, por mucho que nieguen la evidencia. Las cosas son como son». Y el chocolate espeso.
En lo único en que sí quiso hacer hincapié es en que su enfrentamiento es contra Pablo Iglesias y Juan Carlos Monedero, no contra Podemos, pero no lo dejó del todo muy claro al asegurar que este partido «se financia de aquella manera, de un régimen dictatorial como es el venezolano». No voy contra ti, pero toma sopapo por estar en medio.
En su alegato final, Inda reconoció que no es de derechas (¿a alguien le importaba esa confesión?), pero que considera que «el mundo abertxale debería estar ilegalizado«, dando a entender que el señor Iglesias y su Podemos también deberían estarlo después de tanta extraña relación con ETA.
La vuelta al ruedo no la dio, pero, pese a no tener tantos fans como el «todopoderoso» político, sí quiso calmar los ánimos de sus «fieles» asegurando que: «Tranquilos, que no van a ganar ni la querella, ni la demanda. Ni me van a callar, ni me van a amordazar». Eso nunca don Eduardo. Para no ser menos con el tratamiento de Don.
La mosca