Había que ver la cara de los clientes del Club de Puerta Hierro de Madrid cuando a las nueve y media de la noche del pasado martes vieron aparecer sonriente y feliz al Rey Juan Carlos acompañado de Marita March y de Alfonso Fierro. Pasada la sorpresa y una vez que tomaron asiento en la mesa reservada a nombre de sus anfitriones, por su mesa fueron desfilando uno a uno todos los clientes del local para deleite del monarca (o tengo que poner exmonarca), al que dedicaron palabras de elogio y cariño
Nunca le habían visto tan relajado y feliz
Mucho se ha hablado en las últimas semanas del estado de ánimo de Don Juan Carlos, de su soledad, de sus achaques, pues bien, quienes fueron testigos de esa cena me cuentan que nunca le habían visto tan relajado y feliz. Una versión que no creo que sea interesada, entre otras razones porque aunque supongo que echará de menos los agasajos, las recepciones oficiales, los viajes que llenaban todo su tiempo, lo lógico es que una vez que se ha quitado de encima el peso de la púrpura y empieza a rehacer su vida civil con amigos y conocidos, se irá sintiendo mejor.
Prueba de ello es que esa noche podían haber cenado en la zona VIPS del exclusivo club, y sin embargo eligieron la cafetería del piso inferior, a la que se accede a través de una escalera de piedra bastante incómoda por cierto, pero que es donde suelen comer o cenar los más jóvenes y desenfadados.
Otra de las incógnitas de este atípico verano es saber si pasará todas sus vacaciones en Mallorca, como ha hecho siempre, o se limitará a aparecer unos días por el Náutico, con el fin de que no caiga el interés mediático por las regatas que comienzan a primeros de agosto y que son las más importantes del Mediterráneo, y en las que durante tantos años compitió demostrando el gran deportista que era.
Quién se ha instalado ya en la isla es la Reina Sofía y la Princesa Irene, su hermana, y a la se espera que vayan llegando el resto de la familia, entre otros, los hijos de Iñaki Urdangarín y la Infanta Cristina, ya que a Froilán le han castigado por sus malas notas, lo que ha obligado a sus padres a internarle en un colegio cercano a Madrid, para ver si de esa manera recupera el gusto por el estudio.
De cómo van a distribuir su tiempo vacacional los Reyes Don Felipe y Doña Leticia, se sabe ya que a primeros de agosto aterrizarán en Marivent con sus dos hijas, donde pasaran unos días, para después desaparecer (eso es lo que hacían hasta ahora) en una zona bellísima y tranquila de Almería. Una decisión acertada ya que son muchos los rincones de España donde pueden pasar parte de sus vacaciones, lo que les supondría un buen reclamo turístico en época de grave crisis económica.
Rosa Villacastín