lunes, noviembre 25, 2024
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Menos diputados y más democracia

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De 49 a 33 y, seguramente todavía sobran. No es pucherazo, como errónea y gravemente lo ha calificado la oposición, sino un ejercicio de contención económica y de cercanía que demandan cada día más los ciudadanos de a pie. Si un partido emergente como Podemos, con su discurso radical y populista de izquierdas, propusiera a través de sus mediáticos líderes que se redujera el número de políticos y se les exigiera una mayor dedicación seguramente todos aplaudirían la medida incluso se tacharía de una propuesta realista en tiempos de crisis. El problema no es pues que en Castilla-La Mancha las Cortes hayan dado el visto bueno a la reducción del número de parlamentarios, ni tampoco lo es que a partir de la próxima legislatura cada provincia tenga tres escaños fijos y los restantes se distribuyan en función de la población, lo que evidencia un estricto sentido de proporcionalidad. El problema es que lo ha propuesto un partido de derechas en una autonomía donde siempre ha gobernado la izquierda y eso para algunos es imperdonable.

«pucherazo electoral» y afirmado, como todo argumento, que lo que quiere el PP es sacar provecho partidista y llevarse el agua a su molino es una crítica demasiado simple.

No hay mayor ciego que quien no quiere ver, y que el PSOE haya tachado la medida de «pucherazo electoral» y afirmado, como todo argumento, que lo que quiere el PP es sacar provecho partidista y llevarse el agua a su molino es una crítica demasiado simple para un tema de esta enjundia. Es falso, totalmente falso que menos diputados signifique menos democracia, lo que significa son menos sueldos y mayor esfuerzo por parte de algunos.

Como la oposición va a presentar una demanda ante el Constitucional, será el alto tribunal quien tenga la última palabra, pero varios catedráticos expertos en la materia ya han argumentado jurídicamente, que la medida no lesiona los principios de la Carta Magna. Según han dicho, la nueva norma no tiene parámetros discriminatorios, no altera la ley D'hont, dificulta que un partido obtenga más escaños con menos votos y aunque es cierto que, en parte, perjudica que fuerzas con apoyos muy minoritarios obtengan escaños, no lo hace menos que para elección de Diputados en el Congreso nacional y nadie ha planteado, por eso, un recurso de inconstitucionalidad.

Sea como fuere, es evidente que los intereses de los ciudadanos no están mejor representados porque haya más diputados, ni su reducción resiente lo más mínimo la democracia. Es una medida ejemplarizante en los tiempos que corren, donde los ciudadanos piden a gritos austeridad y esfuerzo a unos políticos demasiado acostumbrados a la placidez del cargo y que desconocen el frío que hace fuera de las instituciones y lo duro que puede llegar a ser buscarse la vida cuando no hay ni trabajo ni dinero. Tiene que haber menos políticos trabajando más, tienen que predicar con el ejemplo y se deben aplicar muchos más controles y medidas de regeneración democrática sobre los que viven de la cosa pública. No basta con que las urnas den la bendición a un grupo de elegidos una vez cada cuatro años. El escaño y el cargo deberían ganárselo día a día y por eso resulta tan llamativo que una medida como la reducción de diputados no haya recibido el aplauso de todos.

Debe haber menos políticos, que trabajen más, ganen menos y tengan menos privilegios.

El nuevo líder del PSOE, Pedro Sánchez ha conseguido ganar las primarias de su partido con un discurso de transparencia y regeneración democrática y no hay mayor regeneración que los electos se hagan eco de la demanda de los electores. Tachar de pucherazo electoral y de atropello Constitucional, esta medida cuando los socialistas al ver peligrar uno de sus feudos hicieron en su día una ley ad hoc en Castilla-La Mancha para conseguir ventaja electoral en aquellas provincias que les podrían dar la mayoría, es un insulto a la inteligencia de los castellano-machegos y pensar que no tienen memoria. Lo mas lamentable de todo esto es que se haya modificado una ley electoral sin consenso, que la miopía partidista de los dos grandes partidos llamados a gobernar en esa autonomía haya impedido el acuerdo y sobre todo que no exista la más mínima posibilidad de entendimiento instalados como están en el «y tú más».

Si las primarias abiertas, impulsadas por el PSOE son un camino de no retorno que terminará por instalarse en todos los partidos, la reducción de diputados, propiciada por María Dolores de Cospedal es una medida absolutamente exportable que deberían imitar todos los parlamentos autonómicos. No hay una sola encuesta en la que los ciudadanos al ser preguntados no digan que debe haber menos políticos, que trabajen más, ganen menos y tengan menos privilegios. No escuchar estas opiniones simplemente porque la iniciativa la toma o otro partido político que no es el suyo es no querer ver la a realidad. No hay más ciego que quien no quiere ver ni más sordo quien no quiere escuchar y de eso en política estamos sobrados.

Esther Esteban

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