Este sábado, el Congreso del PSOE ratificará al electo Pedro Sánchez como nuevo secretario general. El hecho tendrá lugar bajo el cielo oscuro de una actualidad más que degradante, a la vista de los más de 500 asesinatos de palestinos por el Estado de Israel y de la vergüenza del derribo del avión cerca de Rusia y con otro montón de muertos. Menos mal que lo de aquí no llega a esos extremos, con los casi 12.000 millones de euros que el Estado y los contribuyentes españoles pierden con la venta de Catalunya Banc. Sí, ya sé que las comparaciones son odiosas, pero mucho más odioso es tener que sufrirlas viendo que la clase dominante se niega a deshacer tamaños entuertos. También se respira un poquito mejor cuando contemplamos espectáculos como el de la otra noche en La Sexta, con Pablo Iglesias y Esperanza Aguirre representando el choque sideral entre dos mundos, el que acaba para irse por el sumidero y el que comienza para devolver al ser humano y a la ciudadanía su libertad, su dignidad y sus derechos, aunque nadie devolverá la vida a los adultos y a los niños de Gaza ni quizá el dinero sustraído al conjunto de los españoles.
Exigieran a Rajoy y Mas un pacto de no agresión y de búsqueda del camino democrático que nos lleve a las máximas libertades
A muchos nos gustaría ver el sábado, en ese congreso extraordinario socialista, a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias, también a Alberto Garzón y otros protagonistas de la dignidad, juntos todos para sellar un pacto que redimiera a esta pobre España nuestra de su estado de catalepsia y frustración. Y que denunciaran el atropello al Estado de Bienestar, que exigieran a Rajoy y Mas un pacto de no agresión y de búsqueda del camino democrático que nos lleve a las máximas libertades sin perder la mayor de todas, que es la convivencia entre todos nosotros en unidad sin yugos o, si lo prefieren, a esa tercera vía propuesta por los más conscientes de mis compatriotas, a un lado y otro del Ebro. Entre esos compatriotas, de nuevo menciono a Josep Antoni Duran, que se ha visto obligado a tomar una decisión amarga para endulzarnos un poco la senda que tenemos ahí delante. Por ahí van mis pensamientos de cara al fin de semana. Habrá quien de nuevo me tilde de ingenuo o de visionario, pero le pediré que me explique por qué Sánchez, Iglesias, Garzón, Duran y el etcétera que se quiera, sin mezclas indigestas pero con ganas incontenibles de redimir a este país.
Pedro Calvo Hernando