Mal, muy mal parado ha salido Carlos Herrera, su ex, o incluso el ex director de TVE Santiago González, después de que Mariló Montero se haya declarado «casta y pura» en una entrevista. Si nos atenemos a la textualidad de su frase ni el uno ni el otro parece que disfrutaron mucho con la presentadora de la pública, salvo que ellos también sean poco más o menos que cartujos y odien el contacto físico, al menos con personas del otro sexo.
Lo peor para ellos (si es que hay algo peor que no poder disfrutar del sexo con otra persona) es que Mariló les llama poco más o menos que engendros físicos a ambos, ya que ha confesado en el mismo texto en el que hablaba de su castidad que «a mí no me gustan los guapos». No hay más remedio que preguntarse que si estuvo con ellos sería porque…
Para colmo, y para darles un disgusto a admiradores como Andy y Lucas, que hace poco hablaron de ella como uno de sus mitos eróticos (nada menos que junto a Carmen Alcayde), se declara «pudorosa» y asegura que «ni por todo el oro del mundo me desnudaría para la portada de 'Interviú'». El ¡Ooooohhh! se ha debido oír hasta en la galaxia de Lou Skywalker.
Ni verla desnuda, ni tocarla. Pues vaya plan que tiene el que decida conquistar de nuevo el corazón de Mariló. Bueno, a lo mejor lo primero sí lo logra, siempre y cuando sea en la intimidad, ya que también reconoce que «soy muy femenina, en la intimidad».
El que desde luego que no se va a comer un colín con ella, si es que estuviera también en su lista de mitos eróticos, es Pablo Iglesias. El hombre por el que ahora suspiran las votantes femeninas y hasta los masculinos no parece muy del agrado de Mariló, para la que el líder de Podemos «no es el estandarte del 15-M» pero sí es «un hombre oscuro». ¿Será por la barba? ¿Por su pinta de indigente sacado de película americana?
La periodista no lo ve desde luego como el nuevo «macho ibérico», porque, según ella, «el macho ibérico defiende y protege a la mujer, yo no me veo para nada defendida por su discurso». Al menos en ese punto un diez para su respuesta, porque como tal Iglesias tiene menos futuro que Alfredo Landa con las suecas en pleno apogeo del «landismo».
Quizás todo se deba en el fondo porque no es tan «cultureta» como los sujetos que parece sí le van a Mariló, que ha revelado que «me pone hablar con un catedrático de 80 años». Catedrático y de 80 años. Vamos, que lo tiene casi imposible para lograr a su hombre ideal. Y más que para lograrlo, para conservarlo mucho tiempo.
La mosca