¡Qué pereza! Vuelta a empezar. Septiembre comienza con el «decíamos ayer…» O sea que estamos más o menos como antes del verano, salvo que el escándalo que tiene como protagonistas a Jordi Pujol y su familia ha provocado un seísmo en la sociedad catalana por mucho que Artur Mas pretenda que Pujol era agua pasada y que hacía tiempo que no mandaba en CiU.
Hombre, no estaría en el día a día, pero hasta hace poco era el principal referente de CiU, el «padre» de todo el tinglado, amén de que se sentaba disciplinadamente en todos los «consejos» y reuniones importantes de los órganos directivos de Convergencia y Unió.
En realidad es muy español esto de «si te he visto no me acuerdo». En el PP por ejemplo se empeñan en que Luis Bárcenas no tiene nada que ver con ellos. Vamos que pretenden hacer ver que el que fuera tesorero y senador del PP en realidad pasaba por allí.
CiU no tiene nada que ver con esa extraña «fortuna» que el clan Pujol había acumulado en Andorra
Los socialistas también miran hacia otro lado en el caso de los ERES como si los que malversaron el dinero público fueran oztoplasmas y no dirigentes y altos cargos de la Junta y del PSOE.
Artur Mas intenta lo mismo y viene a decir que Pujol estaba, pero ya no está de manera que CiU no tiene nada que ver con esa extraña «fortuna» que el ex Presidente y familia habían acumulado en Andorra.
Pero como decíamos ayer, o sea en junio, julio y agosto, hoy el principal problema es que va a pasar con la Diada el próximo 11 de septiembre y con la tan traída y llevada convocatoria por parte de la Generalitat del referéndum para decidir sobre la independencia de Cataluña.
Hay quién cree que está bajando el «soufflé» y ojalá tenga razón, pero baje o no baje el «soufflé» hay que preguntarse por la irresponsabilidad histórica de Artur Mas y quienes le vienen acompañando en su aventurerismo político anunciando la convocatoria de un referéndum ilegal amen de intentar que los catalanes lleguen a creer que todos sus problemas desaparecerán el día en que Cataluña sea independiente. Según los independentistas el día «0» en Cataluña no habría paro, la sanidad funcionaría como un reloj, habría dinero para las escuelas públicas, pensiones, carreteras, etc, etc, etc. Pero lo peor no es que Mas y los suyos vendan fantasías y algunos ciudadanos se las compren, lo peor es que han hecho un discurso miserable provocando la ruptura de la sociedad catalana y achacando todos los problemas de Cataluña al resto de España presentando a las otras Comunidades como vampiros que se quedan y malgastan el dinero de los catalanes.
Cataluña nos continúa quitando el sueño mientras cruzamos los dedos a la espera de que Mas no cometa ninguna ilegalidad
Pero como la política es el arte de lo posible y hay mucha gente que, sensatamente, no quiere el choque de trenes, se trata de intentar que Mas de marcha atrás y que encima no quede mal.
Todo con tal de evitar el desastre. Mientras tanto y, como decíamos ayer, Cataluña nos continúa quitando el sueño mientras cruzamos los dedos a la espera de que efectivamente Artur Mas no cometa ninguna ilegalidad y al final no se celebre el referéndum. Todos lo demás problemas empalidecen frente a este, lo que da mucha rabia porque estamos malgastando la energía que es necesaria para afrontar los problemas que afectan a todos los ciudadanos, ya saben el paro, la crisis económica, los jóvenes que tienen que emigrar porque aquí no hay futuro, los recortes en Sanidad, etc, etc.
Pero ya estamos en septiembre y «decíamos ayer…».
Julia Navarro