Alzamos el vuelo hacia el cielo verato, en él dibujamos formas infinitas. Gorjeos, aleteos y cantos de aves suenan a nuestro alrededor sea cual sea la hora del día. En bandadas, solitarios, saltando por el suelo, mirando desde lo más alto de la torre, buscando su nido…En lo más hondo de la Comarca de La Vera, podemos encontrar zonas donde disfrutar de la compañía de las aves, denominadas “Zonas de Interés Ornitológico”.
Comenzamos ascendiendo por el Puerto de Garganta la Olla a Piornal. Atravesando un magnífico robledal, llegamos al puerto de Piornal, desde donde nos podemos dirigir al embalse de esta localidad. Podremos encontrar aves como el águila real planeando entre halcones peregrinos, buitres leonados y roqueros rojos, entre otras aves de montaña. Como si de una coral con distintos tonos se tratase, ponen melodía al punto más alto del norte de Extremadura.
Después de subir, toca bajar, para llegar a la Iglesia de San Miguel de Jaraíz de la Vera. Entre las casas bajas del casco antiguo de la localidad, nos encontraremos con esta iglesia, que alberga una importante colonia de Cernícalo Primilla.
Ahora nos dirigimos hacia la Ruta de Carlos V, pero esta vez por la parte de arriba de Aldeanueva de la Vera. Exactamente el tramo entre la carretera del Guijo de Santa Bárbara y el Collado de las Yeguas. Zona con un gran desnivel, apto para expertos del senderismo de montaña. El paisaje y su naturaleza nos envuelven de tal manera que nos hace partícipes de ella. Podremos encontrar aves como las águilas reales y buitres leonados como en Piornal, y además, cuervos, milanos negros, abejeros europeos, águilas culebreras, búhos reales y patrullas de cigüeñas blancas y cernícalos primillas que acuden a esta zona en busca de chicharras.
En compañía de una bandada de cernícalos primillas, llegamos a la localidad del Losar de la Vera. Aquí aterrizo para subir al Collado del Brezo. Son 15km con mucho desnivel que pueden hacerse andando, en bicicleta o todoterreno. Nos abrazan los paisajes serranos, de valle y el extraordinario robledal. Antes de llegar al Collado del Brezo, sobre los 900m de altitud, nos encontramos con una alta densidad de papamoscas cerrojillo, alcaudones y aves poco comunes como el colirrojo real, curruca tomillera, gavilán, y con suerte, encontraremos algún águila real y algún que otro halcón peregrino.
Remontamos el vuelo y nos bajamos de nuevo en Jaraíz de la Vera, en su Dehesa Boyal. Dos grandes charcas nos dan la bienvenida, donde veremos una gran cantidad de especies de aves como las ánades, garcetas comunes, garzas reales, aguanieves, cigüeñas blancas, y con algo de suerte la cigüeña negra, nutrias, elanios, milanos negros y algún que otro grupo de buitres leonados y negros del vecino Monfragüe.
Nos subimos a una rama de un olivo o una encina, disfrutemos de estos paisajes y dejemos que pasen las horas.
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